Un billboard para todos, “Not!”

Economia Solidaria

A la entrada del Tunel Minillas han puesto un gigantesco billboard color rojo.  El mismo está ubicado en la entrada del Centro de Bellas Artes Luis A. Ferrer y su propósito es desconocido.  Igualmente es desconocido, porque rayos a la Corporación Pública del Centro de Bellas Artes se le ocurrió poner ese monumento a la publicidad electrónica en ese lugar.

Durante el fin de semana pasado yo presencié como la Autoridad de Carreteras cambió los letreros ubicados justamente debajo del billboard por otros más nuevos y más brillantes, sin hoyos de balas.  Asumo que todo esto será un montaje del gobierno de la Isla por la gran inauguración del evento publicitario, literalmente.

El centro de Bellas Artes está ubicado en la Avenida Ponce de León en Santurce, en un área que ha estado buscando una arquitectura armónica y urbanismo balanceado por años.  A estos efectos, se debe mencionar la restauración de la zona de teatros con sus teatros restaurados y habilitados: el museo de Arte de Puerto Rico, el Conservatorio de Música de Puerto Rico y hasta el complejo de viviendas la Ciudadela, que aunque muy controversial, aspiraron a mantener una arquitectura respetando la historia de Santurce y la arquitectura de la zona.  El alumbrado, las aceras, esculturas y hasta grafitis han intentado de forma proactiva que Santurce sea un lugar de arte que se distingue de otros en la capital.

Los billboards electrónicos son un negocio lucrativo.  También distraen a los conductores, pudiendo ocasionar accidentes.  En mi opinión, este asunto pudiese alterar la arquitectura del Centro de Bellas Artes Luis A. Ferrer. Recordamos que el billboard está ubicado en terrenos de un edificio que alberga 2 edificios arquitectónicos y que es posible que el billboard afectara los derechos de esos arquitectos.  Me uno a las opiniones del Dr. Michel Godreau, catedrádico de derecho, en el periódico El Nuevo Día sobre lo disparatado del billboard.

Es feo y su propósito será testimonio del gobierno neoliberal del pasado gobernador Luis Fortuño para las Bellas Artes, donde el dinero y las malas inversiones pretendieron estar aliadas a las arte en apariencia, pero en la cruda realidad le hicieron un gran daño.