El ahorro, no por la ventana

Economia Solidaria

En estos tiempos de la llamada Gran Recesión es sabio hablar de ahorrar. En la medida que los ciudadanos puedan ahorrar dinero serán más libres. El ahorro es la base de las finanzas personales y si una persona no puede ahorrar nada, tiene serios problemas económicos. Se comienza por pagarse a uno mismo en forma de ahorros, cada vez que se recibe un pago o ingreso. La cantidad recomendada por los expertos unánimemente es entre un 10-20% de todo el ingreso que se recibe. El fin que tiene el ahorro es tener dinero en activos para poder adquirir bienes, por ejemplo; un televisor, un carro, un sofá, una remodelación en el hogar, una inversión o un viaje, etc. La realidad me duele decir es otra, la gente en Puerto Rico no ahorra y pagan sus cosas con crédito. La razón en mi opinión es que no se la ha enseñado a la población conceptos básicos de planificación financiera.

 

Es mala educación hablar de dinero, es cierto. ¿Pero si no se habla de dinero cómo rayos la gente va a aprender a ahorrar? La falta de ahorro en Puerto Rico es un problema social. Ante el sistema de crédito americano y la buena fama que tenemos los puertorriqueños de ser buena paga, en comparación con otros estados; los puertorriqueños somos bombardeados con ofertas de préstamos y tarjetas de crédito. En la televisión, por el correo, en la radio, por todos lados hay una conspiración de la industria bancaria de que resuelvas tus problemas financieros tomando prestado y pagándole intereses, es una industria de servicios billonaria, y me refiero billonaria en castellano no en inglés.

Ante la falta de educación en Puerto Rico, la gente actúa conforme. El resultado es que los salarios son para pagar deudas y no dan margen al ahorro. Estamos como el antiguo régimen de la libreta del jornalero del Puerto Rico del S. XIX. Donde se trabajaba para pagar las deudas acumuladas en la tienda del patrono y para pagar los préstamos con sus altos intereses que este daba. A este régimen económico se le ha llamado por historiadores un tipo de esclavitud.

A mí me sorprendió de sobre manera de que en Puerto Rico hubiese solamente un CFP (Certified Financial Planner) y que éste fuera de los Estados Unidos y que no hablaba español, trabajaba para el Banco Popular y tenía la misión de educar a los clientes de esta institución sobre cómo ahorrar básicamente. Imagínese un solo hombre y gringo para todos los clientes del banco más grande de la isla, es un poco patético pero muy cierto. Es que en la Isla no hay socialmente interés en esto. Por el contrario, cuantos oficiales de hipotecas, préstamos y de crédito hay en la Isla. La balanza la tenemos que cambiar, porque el ahorro nos hará libres.

Ante la falta de educación sobre cómo ahorrar creo que es fundamental que la sociedad civil se envuelva. En los empleos públicos y de la empresa privada, en vez de dar adiestramientos compulsorios de tonterías, deben dar adiestramientos y seminarios de cómo ahorrar, de cómo hacer un presupuesto, de cómo pagar contribuciones, de cómo balancear una cuenta corriente y de cómo invertir, etc... Eso es de vital importancia para la felicidad y estabilidad de los empleados. Igualmente, las universidades, las iglesias y las escuelas primarias.

En la medida que las personas se empoderen de sus finanzas y ahorros la economía mejorará. Además, las personas serán más libres. De eso es lo que se trata en parte la economía capitalista. Es lamentable que se viva en un sistema económico y por ignorancia se camine como víctimas del sistema.

Benjamin Franklin dijo que un chavito ahorrado era un chavito ganado. Le pregunto, ¿Cuántos chavitos ha ahorrado usted esta semana? Yo le garantizo que si contestó en la afirmativa está en el camino de la felicidad, en la economía capitalista.