El Agua es algo necesariamente indispensable para la sobrevivencia del ser humano y para el establecimiento de industrias. Dicho esto, en Puerto Rico hay abundancia del preciado líquido en forma de depósitos subterráneos.
Actualmente, ante la crisis de la Gran Recesión la AAA ha acumulado una enorme deuda en el desarrollo de una infraestructura más modernizada y disminuir la falta de suministro que fue un problema de años anteriores. Dicha deuda se estima en los $1, 000 millones de dólares (USD). Ante esta acumulación de deuda la solución que siempre se escuchaba por la administración pasada era la privatización de la corporación pública y romper el monopolio del estado. Tema que siempre ha sido desfavorecido por la población.
El problema se complica porque la AAA depende de un subsidio que le otorga el gobierno de la Isla de unos $ 400 millones de dólares anualmente. Actualmente, el Estado no tiene dinero para pagar ese subsidio. Consecuentemente, la AAA toma dinero en forma de emisión de bonos, además de préstamos. Así las cosas, El precio del bono, que es instrumento económico especulativo depende de conocer cuál será la posición del gobierno sobre los subsidios. En otras palabras, que si el gobierno no puede pagar el subsidio, el precio del bono y sus condiciones serán distintas.
El problema es serio, y es una negociación a puro mollero entre la junta de la corporación pública de la AAA y el gobierno. La AAA ha amenazado con que que tendrá que aumentar el 50% del precio de la factura a la población si no recibiera el susodicho subsidio. Ante esta situación, el Gobierno explora alternativas, entre las cuales está el embotellamiento y venta de agua de la AAA. El gobierno por lo visto no desea pagar el subsidio, está en contra del aumento y no se ha manifestado a favor de la privatización.
La realidad es que los precios del suministro del agua en la Isla han subido en los últimos años. Yo personalmente pago ahora un poco menos del doble de lo que pagaba hace tres años. Es un problema en mi opinión de mala administración de las corporaciones públicas del Estado.
Ante esta Gran Recesión, las corporaciones públicas deben adaptarse y ser solidarias con la crisis. Trabajando junto con el gobierno es que podrán solucionar la actual crisis. En estos momentos es necesario salirse del encajonamiento y buscar soluciones nuevas e innovadores; no repetir los modelos del pasado, que es lo que nos ha llevado a donde estamos. En ese sentido, si quieren vender el agua de la AAA creo que es una buena iniciativa. Se la pudiesen vender a todas las agencias del gobierno y a todas los clientes solidarios que le gusta el agua embotellada.