Deberíamos subir el salario mínimo ya...

Economia Solidaria

No business which depends for existence on paying less than living wages to its workers has any right to continue in this country.

Franklin D. Roosevelt

En su debate sobre el “estado de la Unión”, el Presidente de Estados Unidos de América (EE UU) propuso modificar la ley federal de salario mínimo. Cada vez, que se airean propuestas dirigidas a otorgar beneficios a los trabajadores, así como aumentar los salarios las voces del “libre mercado”, la inflación y el desempleo multiplican su intensidad. Sin embargo, es poca la información técnica que se expone en estos casos para poder efectuar una opinión informada.

La configuración de nuestro estado de bienestar tiene que replantearse sobre la base del trabajo. Es decir, toda persona que trabaje debe poder asegurarse un nivel de vida adecuado. ¿Qué es un nivel de vida adecuado? Un nivel de vida adecuado tiene que incluir una vivienda digna, bien sea de propiedad o alquiler. Las erradas políticas gubernamentales de vivienda han promovido la compra por contra del alquiler, ocasionando que la oferta de vivienda en alquiler sea minúscula. A menor oferta, mayor el precio; y los trabajadores pobres que no pueden acceder a una hipoteca a 30 años, por no tener un contrato fijo de empleo, bajos ingresos y no tener un patrimonio o colaterales que avalen la transacción pagan el precio a través de viviendas precarias y alquileres desorbitados. 

Definitivamente, también tiene que incluir acceso a un seguro de salud; muchos patronos no ofrecen seguro médico, por lo que los trabajadores más pobres, solo van al médico cuando se enferman, compran los alimentos más económicos, que usualmente son los menos saludables y por ende, tienen una mayor propensión a enfermedades coronarias, cancerígenas y a padecer diabetes, así como alta presión arterial. Las visitas al médico de estos pacientes, suele ocurrir en situaciones de emergencia, por lo que las intervenciones clínicas suelen ser mas costosas que varias visitas preventivas al médico de cabecera. En definitiva, el gasto médico total de estos pacientes es más alto que el de un ciudadano con mayores ingresos. ¿Y quién paga la factura?

Las variables: consumo y producción. El consumo está ligado al ingreso disponible (salarios, rentas, anualidades, becas, etc.) y al ingreso futuro (crédito: préstamos, hipotecas, tarjetas de crédito, casa de empeño, etc.). La producción, a pesar que nos quieren hacer creer que solo se compone del coste del trabajador, se compone también del factor tecnológico (maquinaria), la capacitación del trabajador, la capacidad de inversión, la cuantía de los trabajadores, el acceso a mercado de capitales, etc. También, se compone de factores reguladores, políticas medio ambientales, barreras tarifarias, barreras no tarifarias, horas extra, etc. Todos esos factores afectan la producción, donde a menor especialización del producto, menos adiestrado tiene que estar el trabajador. De ahí, que se recurra a mano de obra “barata” para estos productos. Los productos especializados requieren, sin embargo, de mano de obra especializada y donde sus salarios son sensiblemente mucho más altos que el salario mínimo federal objeto de la propuesta del presidente.

Mas aun, en una economía de servicios como la nuestra, si los trabajadores más pobres aumentan sus ingresos pueden acceder a más y mejores servicios, que en definitiva crearán nuevos puestos de trabajo y aumentarán los ingresos de las empresas y los recaudos de Hacienda. La mayor amenaza a la inflación en nuestra economía no es el aumento de salarios propuesto a los trabajadores, sino la impresión de billetes a diestra y siniestra por parte del banco de la reserva federal, así como las transferencias federales que inyectan dinero que nuestra economía no produce.

Por todas estas razones, deberíamos subir el salario mínimo ya.