A lo largo de tres décadas, Puerto Rico ha logrado desarrollar un evento singular: el día que se realiza el concierto más grande, más multitudinario, y sobre todo de categoría “nacional” en torno a la salsa. Es un evento interesantísimo, sociológicamente hablando, pues la gente se prepara tal si fuera una procesión para participar en dicho evento. Es un gran evento, que originó el fenecido Pedro Arroyo, pasado director de programación de la principal estación de Salsa en Puerto Rico, Z93.
El evento moviliza normalmente a sobre 50 mil personas, lo cual lo constituye en el evento de mayor atracción cultural en la isla, para la categoría de concierto se refiere. A esto se le suma, que logra movilizar la mayor cantidad de turismo especializado para un evento de música en la isla, logrando atraer a la diáspora de Puerto Rico en los EE.UU, como a su vez a ciudadanos del Caribe. El consumo, el evento y las actividades relacionadas al día nacional, son en muchas ocasiones extraordinarias.
La pregunta es, ¿cómo se organiza un evento de esta naturaleza, sin la presencia del estado, del gobierno? Realmente hablando el día nacional es un evento completamente privado, con mucho sentido nacionalista y sobre todo concebido para generar riqueza a favor de sus dueños. Sea la estación de radio o la familia del fundador del evento, Pedro Arroyo.
Lo importante es que el evento se ha insertado en la psiquis puertorriqueña como un día patrio al cual hay que ir. La bandera de Puerto Rico es la que más ondea ese día, y los discursos e intervenciones musicales son dignas de un país libre y soberano.
Celebremos entonces este el 30 aniversario de la Zalsa, que como bien indica la estación de radio patrocinadora, se escribe con Z.