Las cenas: solo de blancos

Economia Solidaria

En mis primeros años de residencia en África del Sur, entre el 1991 y 1994, me invitaban continuamente a cenas de amistades, a las cuales uno debía de ir siempre con alguna botella de vino o algo de comer especial. Por mucho tiempo disfrute dichas cenas, pues las mismas me parecían un ritual, en el cual socializábamos la comida y sobre todo la buena tertulia. Un día me pregunté quien venía a dichas cenas. Me di cuenta que eran gente especial.alt

Sobre todo en el circuito donde yo me muevo, se trataba de gente blanca, liberal, a veces alguna persona de ascendencia africana, y sin lugar a dudas yo – el ilustre extranjero residente en el país. Así las cosas, me quedé pensando un día sobre el contenido de las conversaciones: se hablaba de ellos y nosotros. Ellos siendo los africanos del país y nosotros los que asistíamos a la cena, que sin lugar a dudas ano éramos africanos.

Esta metáfora de las cenas me retrotrae a Puerto Rico, al Caribe. En la semana del 140 aniversario de la abolición de la esclavitud, y sobre todo en la conmemoración del día internacional contra la esclavitud (25 de marzo) me pregunto ¿cómo son las relaciones sociales aquí entre las clases sociales y las razas de estas? En algo, debo confesar que me recuerdan a la experiencia vivida en África del Sur.

Se trata del efecto de la exclusión social – sobre todo ese que se fundó en la esclavitud y que se extendió, en el caso de Puerto Rico, de forma muy profunda hasta la década de 1970. Marco esta década dado que en la misma es que se adentran al caso de Puerto Rico de forma masiva las transferencias de fondos federales (las llamadas ayudas), las cuales permitieron cierto tipo de movilizad social Esta movilidad social permitió que los pobres salieran de sus maltrechas residencias y adquirieran cierto bienestar. De igual forma se consiguió acceso a la universidad.

Ahora bien en el caso de Puerto Rico, es importante destacar algo: estas medidas sociales si le dieron movilidad a cerca del 50% de la población. Pero el otro 50% se quedó en donde estaba: en la pobreza. Y ¿cómo es dicha pobreza? Esa pobreza es cerca de la mitad de la población, es casi un 50% negra, y sobre todo, se trata de personas que llevan más de una generación sumergida en la desigualdad.

En la década de 1930, cuando se realizó un censo racial en Puerto Rico, el 95% de la tierra se encontraba en manos de los blancos, según el historiador Martín Segrera. La pregunta es ¿y hoy, cómo está la situación?

Pienso que las cenas de Puerto Rico no han cambiado mucho y que las mismas son como las de África del Sur. El problema son siempre “ellos y ellas”.