Belmopán, (PL) La organización no gubernamental Wildtracks rescata cada año en aguas de Belice a una decena de manatíes heridos de gravedad y una vez rehabilitados los devuelve a su hábitat natur
al.
El director de esa entidad, Paul Walker, explicó que el proceso puede ser bastante largo y muy costoso, pues tan solo en comida emplean varios miles de dólares.
La leche constituye el mayor gasto individual y un manatí consume varios galones al día, explicó.
Belice no cuenta con dinero suficiente para ampliar el presupuesto destinado a esas actividades y dependemos de los fondos foráneos, por ello es tan importante la ayuda de organismos internacionales, destacó Walker.
Según el especialista de Wildtracks Jamaal Galves, el 2012 fue uno de los peores años en el país pues murieron 22 manatíes a causa del impacto con embarcaciones de motor, uno de los problemas que afecta de forma severa a esa especie en peligro de extinción.
El centro de protección animal, ubicado unos 110 kilómetros al noroeste de esta capital, también se dedica a monitorear los movimientos de los manatíes, su interacción con la población silvestre y sus costumbres alimentarias. El denominado manatí del Caribe habita en aguas poco profundas de la zona comprendida entre el golfo de México y la desembocadura del río Amazonas, en Brasil.