Desarrollo Sustentable

Economia Solidaria


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En días recientes se han abierto importantes debates en torno al desarrollo sostenible de comunidades, urbanas como rurales, en Puerto Rico. De igual forma, la crisis económica que azota a varios países de la región, en particular Jamaica, Puerto Rico y República Dominicana, plantea la búsqueda de soluciones creativas para confrontar la presente coyuntura por la cual atraviesan varios países.

El concepto de desarrollo sustentable, o sostenible, vuelve a tomar vuelo y se encuentra en boca de muchos sectores. Desde la diversidad de interlocutores, podemos afirmar que se trata del concepto que se afirmó vía la Conferencia de Rio 1992, en la cual se planteó la importancia de promover el desarrollo que no afectara los recursos no renovable de forma total; garantizando la regeneración de recursos para garantizar el bienestar de generaciones futuras. Pero lo más importante de este proceso que se inició en el 1992, es la lucha por preservar el medio ambiente, sin agotar los recursos no renovables.

En el contexto de Puerto Rico, hay varios proyectos que intentan operar de forma sustentable. Tal vez el proyecto ecológico Casa Pueblo es uno de los más destacados en el país. Operando desde una serie de procesos combinados, Casa Pueblo intenta preservar varios bosques, generar distintos procesos agrícolas a varios niveles, y tener otra serie de iniciativas que versan desde lo educativo hasta lo mediático. ¿Y cómo viven? Pues han logrado combinar distintos tipos de ingresos, y no depender ni del gobierno, ni de donativos. Hay algo de productividad renovable en los proyectos que genera Casa Pueblo.

De igual forma, varias comunidades de producción agrícola orgánica operan en la isla. Muchas de ellas se encuentran en la región, central, y se combina la producción necesaria para sustento y venta limitada, con formas de vida alternativa. Estos agricultores orgánicos (dado que no utilizan pesticidas ni fertilizantes químicos) han creado un espacio alterno dos veces al mes en la plaza de la urbanización Roosevelt, en San Juan. Aquí se respira otro tipo de país y de proyecto de vida.

Hay que continuar desarrollando múltiples iniciativas de desarrollo sostenible para Puerto Rico. En particular para depender menos de los sustentos que nos provee el gobierno federal, y por otro lado para fomentar más iniciativas de corte popular e independientes.