¿Hecho en Puerto Rico?

Economia Solidaria

altEn un concurrido evento realizado recientemente empresarios, académicos, innovadores y el gobierno se juntaron para preguntarse, entre otras cosas, ¿cómo apoyar la industria local? Ahora bien, en un Puerto Rico tan complejo y diverso, que es “local” es algo bastante complejo.

Sobre todo, que afirmar lo local es afirmar, siempre el valor de lo nacional-isleño, ante lo nacional-continental, es decir los EE.UU. Este es un eterno debate que no termina nunca, en el cual a partir de la inclusión territorial de Puerto Rico a los EE.UU desde el 1898, técnicamente Puerto Rico dejó de ser Puerto Rico. Aunque, y pese a todas las contradicciones, ser boricua de esta isla, siempre es una identidad que se mantiene presente y diferenciada de los EE.UU.

Durante el cónclave, luego de definir lo “local” como empresas propiedad de puertorriqueños que producen servicios, finanzas, productos, radicadas en Puerto Rico, la actividad procedió a evaluar los retos de dichas industrias en un panorama social y económico sombrío. Así se expresaron en particular, el Dr. Joaquín Villamil, presidente de la Junta de Directores de Estudios Técnicos y el Dr. Mario Marazzi, director ejecutivo del Instituto de Estadísticas de Puerto Rico. En particular el doctor Villamil adelantó que Puerto Rico en un plazo de siete años ha pertido 180 mil empleos. Esto reduce la capacidad de generar riqueza en el país. De igual forma, el doctor Marazzi adelantó que el país se ve víctima de la profunda perdida poblacional, lo cual nos expone que en un plazo menor de 40 años tendremos una población de 2.3 millones de personas. Esto es una pérdida bruta de 1,7 millones de personas en un plazo de 50 años.

Los retos de Puerto Rico son complejos, sobre todo si se promueve lo “hecho aquí” por las empresas locales. Más aún, en un cierre anual de 600 empresas de nivel PYME (pequeñas y medianas empresas), la economía se va simplificando a una en la cual son las grandes corporaciones, fundamentalmente foráneas, las únicas que tienen la capacidad de contratar a la fuerza laboral, y esto muchas veces en condiciones de sub-empleo o empleo mínimo.

El reto tal vez no es pensar que se produce “localmente” en Puerto Rico. Sino pensar que podemos hacer para insertarnos a partir de lo local en una economía que para los otros es altamente globalizada y para los boricuas es, y sigue siendo, insularista. El reto es pensarnos parte del mundo.