En el 1994, cuando Nelson Mandela fue electo como primer presidente negro de una Sur África democrática, se confrontó con un movimiento impulsado por el capital de origen blanco que deseaba llevar los primero juegos olímpicos al continente africano, precisamente en la ciudad del Cabo, su país. El ni tonto ni perezoso alegó que la idea era buena, pero que no era el momento, toda vez que el país tenía otras necesidades. Esto no descarto que luego se enfrentara el país a la competencia mundial de rugby, y el resto es historia.
Así me siento con la propuesta del secretario del Departamento de Desarrollo Económico, Comercio y Exportación de Puerto Rico, Alberto Bacó, quien en el día de ayer hizo un anuncio de esos que nos toman por sorpresa. La idea es construir una serie de hoteles alrededor del parque nacional de béisbol Hiram Bithorn y establecer, nada más y nada menos, que una franquicia de béisbol profesional de las grandes ligas de los EE.UU en Puerto Rico. Mientras uno intenta no criticar de forma popular y ligera a la actual administración, la presente propuesta del secretario de desarrollo económico es desde lejos contradictoria con otros esfuerzos que se realizan por la actual administración.
Puerto Rico acaba de terminar sub-campeón en el Clásico de Béisbol Mundial edición 2013. Esto lo hizo, fundamentalmente con jugadores de talento local. Mas aun la liga de béisbol profesional de Puerto Rico, aunque existe no goza de mucha aceptación popular. Lo que goza de mucha aceptación, activismo y presencia es la liga de béisbol semi-profesional llamada la liga Doble A. Entonces, todo lo propuesto por el secretario de desarrollo económico, ¿Cómo ayuda a la economía ya existente de este deporte?
Realmente hablando no es necesario, como le dijera Mandela a los inversionistas hará 20 años, hacer cualquier tipo de inversión, si lo que queremos es promover un desarrollo más efectivo para el país. La construcción, el entretenimiento y el consumo no son iniciativas económicas que promueven un desarrollo sostenible para el país.
Distinto a otros secretarios del presente gobierno de Alejandro García Padilla, cada vez que Alberto Bacó se comunica con nosotros, lo hace para anunciar estos grandilocuentes proyectos que realmente hablando ya han demostrado ser elefante blancos. Mas posibilidades tiene las iniciativas tomadas por otros departamentos de integrar la economía existente con las necesidades regionales de los vecinos de Puerto Rico. Por ahí puede andar el futuro.
Sin interés que el secretario Bacó fracase en su turno al bate, lo que nos interesa es convertir un bombo al pitcher en una carrera segura. Apostemos a nuevas iniciativas económicas para el país.