Menos impuestos, más gastos en Puerto Rico

Economia Solidaria

El gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, compareciendo por primera vez en su mandato el cual comenzó el pasado mes de enero 2013, ofreció en la noche del jueves un mensaje a la legislatura, sobre el estado del país, y su propuesta en torno a este año fiscal.alt

Para bien o para mal, el gobernador compartió una serie de ideas y sugerencias, las cuales se reducen a lo siguiente: bajar las tasas contribuciones como a su vez las instancias de recaudo contributivo, para que esto incentive el consumo y mejorando las captaciones contributivas aumentar los ingresos; y por otro lado, el gobernador ofreció aumentos a todos a granel, lo cual no indicó de donde saldrá el dinero.

En el análisis detallado el gobernador aduce que habrán de mejorar la captación de los ingresos por vía de las contribuciones inmediatas, como el aumento del pago del impuesto al valor añadido (IVU). De un estimado para el 2013 de $552 millones, el gobernador espera que se triplique a $1607 millones en el 2014. La pregunta de rigor es si esto es realista. En la experiencia en torno al IVU, desde su implementación en el año 2007, la experiencia ha sido que el gobierno nunca ha logrado alcanzar las metas trazadas. Entonces, pensar que en la triplicación del estimado podríamos cuadrar el presupuesto, en función de las experiencias en los pasados seis años, es llamarnos al engaño.

Ahora bien, donde sí el gobernador sorprendió fue en continuar aumentando la tasa de contribuciones sobre ingresos de los grandes intereses locales, entiéndase las corporaciones y los individuos que ganan más de 200 mil USD al año. Esto es importante, pues al decir del gobernador, y tal vez de muchos sindicatos, “que paguen más los que ganan más”. Se trata de un principio de democracia contributiva que ya había iniciado la pasada administración del Partido Nuevo Progresista.

Finalmente, donde el gobernador no mencionó nada, y aquí todo indica que se trató de un discurso más de corte político partidista, fue en el hecho de no mencionar o reconocer el efecto que los cambios demográficos están teniendo en la calidad de vida de todos y todas en el país. Esto es un asunto muy serio, que continuará impactando a la ciudadanía en general y la prestación de servicios por parte del gobierno. En esta medida, no reconocer esto, es apuntar a un fracaso económico: el país tiene más gastos, se compromete con poblaciones cada más adultas, pero no puede garantizar la captación de contribuciones mediante ingreso personales, pues ese sector no aumenta. Ahí yace el gran problema: menos gente pagando contribuciones en el 2014.