La Academia Americana de Pediatría, respalda la adopción en parejas del mismo sexo y señaló que existe evidencia científica que afirma que los niños con padres del mismo sexo se desarrollan y tienen necesidades emocionales similares, que el resto.
La Academia Americana de Pediatría (AAP por sus siglas en inglés) lanzó un pronunciamiento en el que respalda la adopción en parejas del mismo sexo.
El organismo señala en un estudio recién publicado que "si un niño tiene dos padres amorosos y capaces que eligen crear un vínculo permanente, lo mejor es que las instituciones legales se los permitan".
Al respecto, representantes de la comunidad LGBTTTI y especialistas en salud llamaron a que este beneficio vigente sólo en el DF se amplíe en el resto del País.
Valeria Vera, embajadora de la iniciativa Reacciona México que busca difundir la diversidad sexual en las redes sociales, señaló que aunque el tema en el País es una realidad, aún hace falta mucho para avanzar en la materia.
"Creo que hay un gran avance, en el DF ya hay varios matrimonios que han podido adoptar y el resultado con los niños es padrísimo, el crecimiento y la salud mental y emocional del niño definitivamente no se ve afectada por crecer con dos papás o con dos mamás", aseguró.
Actualmente, en el País existen 172 mil 433 familias homoparentales, según reporta el estudio "¿Con quién vivimos los mexicanos?" de Cecilia Rabell Romero y Edith Gutiérrez, publicado por la Sociedad Mexicana de Demografía.
"Encontramos que seis de cada mil arreglos son familias nucleares homosexuales, lo que significa que tres cuartas partes de las familias homosexuales en el País tienen hijos.
"Son más frecuentes las parejas lésbicas con hijos que las integradas por una pareja de varones y sus hijos", se detalla en el artículo.
"Es la primera vez que obtenemos cifras sobre este arreglo (en el censo de 2010). Se comienza a hacer visible una realidad que antes se ocultaba", apuntan las investigadoras en su estudio.
La Academia Americana de Pediatría expresó que existe evidencia científica que afirma que los niños con padres del mismo sexo se desarrollan y tienen necesidades emocionales similares, que el resto.
Los únicos factores que podrían alterar su desenvolvimiento normal de los niños, advierte, son externos como la discriminación.
Al respecto, Xabier Lizárraga, especialista en el estudio del comportamiento desde una perspectiva antropofísica y sexológica, señala que los prejuicios de los profesionales de la salud y de cualquier ámbito se imponen a la evidencia científica.
"Los pronunciamientos de la AAP, de la OMS o de cualquier otra instancia por el estilo deberían tener un peso definitivo; pero bien es sabido que si las resoluciones de tales organismos académicos van en contra de sus ideas preestablecidas, las ignoran o incluso las niegan", comentó.
Para el también activista, las academias y organizaciones de pediatras deberían "no sólo tomarlo en cuenta (el pronunciamiento de la AAP) sino asumirlo y difundirlo".
Carlos Angulo, director de la Asociación Mexicana para el Fomento de la Educación para la Salud, Sexualidad y Sida (Amfesss) subrayó la necesidad de agilizar los procesos de adopción, independientemente de si se trata de una pareja heterosexual o no.
"Hay niños que no pueden ser adoptados, especialmente cuando rebasan los 5 años de edad, continuamente en el DIF señala que es muy difícil que una pareja que quiere adoptar se incline por un niño mayor de 3 años", advirtió.
Advierten obstáculos en estados
La búsqueda de apertura legal para parejas homosexuales se debate en instancias legales de estados como Colima, Guanajuato, Yucatán y Oaxaca.
Actualmente sólo el Código Civil del Distrito Federal establece la posibilidad de matrimonio y adopción para personas del mismo sexo.
El Ayuntamiento de Cuauhtémoc, Colima, comenzó a realizar bodas entre personas del mismo sexo a pesar de que la Constitución y el Código Civil locales no lo permiten.
En una decisión histórica, un juez federal de Oaxaca concedió el año pasado el primer amparo en México para ordenar al Gobierno estatal que reconociera el matrimonio entre dos personas homosexuales.
El DIF no discrimina, trata mal a todos
Alejandra tiene un año cinco meses, disfruta la alberca, la granada china y en el Día de Reyes lleva regalos a los niños del albergue en el que vivió... Además, tiene dos papás: Felipe y Jaime.
Felipe Nájera y Jaime Morales se casaron en el Distrito Federal luego de vivir juntos por 10 años, entonces decidieron que querían convertirse en padres.
Felipe, actor y director de escena, y Jaime, arquitecto y productor, relatan cómo fue el proceso de adopción y cómo viven su paternidad desde que Alejandra llegó a su casa y cambió sus vidas.
El proceso de adopción, recuerdan, duró un año y tres meses, y en ese tiempo tuvieron que someterse a exámenes, entrevistas, recabar documentación y demostrar de todas las maneras posibles que estaban capacitados para criar a un niño.
Jaime relata que originalmente acudieron al DIF, en donde las cosas no salieron muy bien.
"Nos dimos cuenta de que es una institución caduca totalmente, nunca nos discriminaron, mas bien tratan mal a todos, a heterosexuales y a homosexuales, y otra cosa que descubres es que la población infantil que realmente está en adopción es muy pequeña", explica.
El mal trato que recibieron y el hecho de estar en el número 220 de la lista de espera llevó a la pareja a buscar otras opciones. De ese modo llegaron al Centro de Estancia Transitoria para Niños y Niñas de la Procuraduría General de Justicia del DF.
La lista de requisitos incluyó cartas de recomendación, estados de cuenta, exámenes médicos, cartas de antecedentes no penales, entrevistas con psicólogos, exámenes psicométricos, visitas de trabajadores sociales y un taller para padres adoptivos.
"Nos encontramos con algunos prejuicios porque éramos la primera pareja gay que tomaba ese taller", recuerda Felipe, sin embargo, asegura que en el proceso también se encontraron con gente muy abierta y tolerante.
Al llenar la solicitud, Jaime y Felipe especificaron que deseaban adoptar una niña menor de dos años de edad.
"Un niño que tiene la expectativa de tener un papá y una mamá y que de repente le caigan dos señores debe ser algo muy complejo de resolver", detalla Jaime.
El sexo era importante también por los posibles prejuicios que podrían generarse en el entorno, explican.
"Pensamos en los prejuicios de que pensarían que si es un niño y si resulta que es gay van a decir que se lo contagiamos", dice Felipe.
Jaime reconoce que el proceso fue arduo pero que al final valió la pena porque además ellos fueron la primera pareja homosexual constituida en matrimonio a quien una institución pública otorgó a un infante en adopción.
Felipe considera que si el matrimonio y la adopción para parejas gay no ha avanzado en los estados del País es porque los gobernantes anteponen sus creencias y prejuicios al bienestar de la población.
Fuente :Terra.