Oclae: La educación no es mercancía

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altManagua - La reunión del secretariado general de la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (Oclae), del 22 al 27 de abril en Nicaragua, demostró que la esencia antiimperialista, integradora y solidaria de esa plataforma permanece inalterable.

Casi medio siglo después de su fundación, el 11 de agosto de 1966, en La Habana (Cuba), los delegados de 20 agrupaciones de 13 países asistentes a esa cita patentizaron que ese bloque juvenil está consciente del papel que le corresponde desempeñar en lo que calificaron de "nueva hora americana".

Durante la jornada final de trabajo en Managua los miembros del secretariado general de la Oclae aprobaron un llamamiento por la paz y la democracia, contra el militarismo y el intervencionismo imperialista, e instaron a darle la batalla a este en cualquier lugar del mundo.

Otras declaraciones reafirmaron el respaldo a la Venezuela bolivariana y a Cuba en su lucha de contra el bloqueo económico, político y comercial impuestos por Estados Unidos hace 54 años, así como por la libertad de los cinco antiterroristas presos en ese país por monitorear las acciones contra su pueblo.

La condena a la injusticia cometida contra Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino, René y Fernando González -sentenciados con penas de 15 años a dos cadenas perpetuas- estuvo aparejado al apoyo a la batalla de Argentina por la recuperación de Las Malvinas de manos británicas.

Los miembros de la Oclae patentizaron, además, su compromiso con el pueblo de Puerto Rico y su lucha de más de un siglo por obtener su independencia y salir del colonialismo, camuflado bajo el estatus de Estado Libre Asociado de Estados Unidos.

Entre los documentos finales incluyeron, igual, una Carta abierta del movimiento estudiantil a la Mesa de diálogo por la Paz en Colombia y una Resolución por la solidaridad y libertad de los prisioneros políticos allí.

Los delegados concordaron con la dirigente estudiantil de la Universidad Nacional de Colombia, Mariana Ríos, quien defendió que el problema de la paz compete a todo el continente por cuanto se relaciona con el proceso de integración en la región.

La joven subrayó a Prensa Latina el pronunciamiento de la Oclae en ese orden "por cuanto puede generar un respaldo a los diálogos de paz en medio de la situación de conflicto que vivimos que afecta a todas las esferas de la población y ello coloca en un papel central a los jóvenes".

Eso explica el esfuerzo por privilegiar al interior de la organización el debate de la paz y del apoyo, no sólo a los diálogos, sino por la libertad de los siete mil 500 presos políticos que tenemos, entre ellos estudiantes, añadió.

Otras cuestiones analizadas en Managua, que derivaron en resoluciones de apoyo, fueron la reivindicación histórica de la salida al mar de Bolivia y la lucha contra el imperialismo de los pueblos sarahuí y palestino.

Dos pronunciamientos aludieron a su vez a la necesaria solidaridad con Centroamérica, amenazada por el crimen organizado y otras problemáticas sociales, y a la realización del XVIII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes en Ecuador, en el mes de diciembre.

Ese evento posee un marcado carácter antimperialista y es una potencial tribuna para que los latinoamericanos defendamos nuestros principios y mostremos al mundo nuestros principales combates, destacó el presidente de la Oclae, Ricardo Guardia.

Uno de los secretarios ejecutivos del bloque, Daniel Carbo, consideró oportuna la designación de Ecuador como sede en medio del proceso transformador impulsado por el gobierno de Rafael Correa.

El representante de la Federación de Estudiantes Universitarios de ese país expresó a Prensa Latina su convicción de que el socialismo es la única solución para los problemas que vive el mundo y sobre todo en una Latinoamérica empeñada en avanzar hacia nuevos rumbos.

Carbo aludió a la crisis cíclica que vive el sistema capitalista en medio de su crisis general y destacó la ventaja de contar con una opción más efectiva para barrer con las dificultades que enfrentan los pueblos, la cual será defendida por quienes asistan por esta región a la fiesta juvenil en Quito.

Los dirigentes de la Oclae, con presencia en 26 países a través de 36 organizaciones que aglutinan a más de 100 millones de estudiantes, también hicieron énfasis en los giros políticos en esta zona geográfica.

Uno de sus pronunciamientos valoró la presidencia pro tempore de Cuba en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la designación de Venezuela para ocupar la del Mercado Común del Sur (Mercosur), en el segundo semestre de 2013.

Ambos hechos son expresión de los cambios que tienen lugar en este continente y del avance del proceso integrador, según Guardia, al frente de la Oclae por la Federación Estudiantil Universitaria de Cuba

Sobre la base de esa coyuntura el secretariado general acordó ejecutar la jornada continental Educación no es Mercancía, Derecho Humano y Liberación con vistas a generar debates y propuestas tendientes a crear un sistema de educación integrado a escala regional.

Los reunidos en Managua concordaron en que la elaboración de ese plan de lucha para revertir la mercantilización de la educación, una de las problemáticas legadas por el neoliberalismo, es uno de los aspectos más sobresaliente de lo acordado esta vez.

Otro integrante del ejecutivo, Mateus Fiorentini, ratificó a Prensa Latina que la perspectiva es generar acciones en los distintos países y articular una propuesta que pueda ser presentada a los jefes de Estado y de Gobierno de la Celac en su reunión de febrero de 2014, en La Habana.

Paralelo a ello continuarán las protestas en las calles y los debates en los espacios académicos en coordinación con otros sectores sociales, porque "en estos 46 años de la Oclae aprendimos que hay que pelear por ella", afirmó.

Fiorentini manifestó su confianza en que esta jornada de protesta logre parecerse a las protagonizadas por los estudiantes en Chile, Colombia y en otros países en los últimos años. La Oclae surgida en 1966 estaba enfocada contra las dictaduras militares y hoy somos un movimiento estudiantil protagónico de los cambios que se han generado en estos países, consideró.

Fiorentini aludió al fortalecimiento de la integración a partir de la consolidación de la Unión de Naciones Suramericanas, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, el Mercosur y la Celac.

"En medio de esa coyuntura la Oclae viene trabajando y pretendemos generar un amplio debate en el movimiento estudiantil para acabar de definir nuestra plataforma con vistas a crear un espacio latinoamericano y caribeño de educación", aseguró.

Este espacio, precisó, debe englobar a estudiantes, docentes, trabajadores, sociedad civil, movimientos sociales, gobiernos, y tener como principio la defensa de la educación pública gratuita y de calidad con un compromiso social, como bien público y derecho universal.

El proyecto de articular e integrar todos los sistemas nacionales derivó del Primer Encuentro de Responsables de Educación Superior de América Latina y el Caribe, efectuado los días 12 y 13 de abril, también en Nicaragua.

Establecer un marco institucional para este proceso resulta importante para generar un conocimiento genuino latinoamericano y convertir a esta región en una zona independiente y soberana desde el punto de vista científico y tecnológico, expresó Fiorentini.

La Oclae del 2013 es heredera de los sueños de lucha de los reformistas de Córdoba (Argentina, 1918), que hablaban de una universidad pública autónoma, donde los estudiantes formaran parte real de su dirección, entre otros elementos, recordó Guardia en respuesta a Prensa Latina.

"Hoy no sólo hablamos de universidades autónomas o cogobernadas por los estudiantes, sino que también abogamos por tener una educación que sea transformadora, liberadora", explicó.

Los universitarios latinoamericanos y caribeños tienen ahora "concepciones un poco más profundas en cuanto al papel de la educación, de nuestros centros estudiantiles, de la formación en el orden de la enseñanza y en lo que le corresponde a esta con relación a la sociedad".

Estas y otras cuestiones serán profundizadas a mediados del próximo año en el décimo segundo Congreso Latinoamericano y Caribeño de Estudiantes, que desbrozará el camino hacia la cita de 2016, justo cuando esa plataforma continental cumplirá medio siglo de su fundación.

Fortalecer la institucionalización, el trabajo con los estudiantes de secundaria y con los posgraduados, y la integración con el resto de los movimientos sociales, son otros de los retos asumidos "para consolidar esa América Latina más independiente, soberana y unida".

"Los dolores que nos quedan son las libertades que nos faltan, creemos no equivocarnos, las resonancias del corazón nos lo advierten: estamos pisando sobre una revolución, estamos viviendo una hora americana", afirma la declaración final de la cita de Managua, previa a la de septiembre en Colombia.