Dos deliciosos libros de historia para saborear

Crítica literaria
Typography
  • Smaller Small Medium Big Bigger
  • Default Helvetica Segoe Georgia Times

altPuerto Rico es riquísimo en haberes culturales y literarios. Aturde pensar en la cantidad de obras que se escriben y se leen. Aprovecho para destacar dos excelentes libros de historia. La Inquisición española y Las Supersticiones en el Caribe Hispano a Principios del Siglo XVII: Un recuento de creencias según las relaciones de fe del tribunal de Cartagena de Indias por Pablo L. Crespo Vargas mereció premio del Instituto de Literatura para el año 2011.

El título prácticamente lo dice todo. La narrativa es abarcadora, clara e interesantísima. Se hace un recuento histórico desde los comienzos de la Inquisición. Se describe y establece diferencias entre los tribunales en Europa, América y el Caribe. Aparecen personajes tales como el primer Inquisidor de América, Alonso Manso, obispo de Puerto Rico, que lejos de participar en la llamada “leyenda negra” dentro de la cual lo incluye Salvador Brau, fue llamado, de acuerdo a otros historiadores, “inquisidor compadre”, por la mansedumbre con la cual se desenvolvía en el desenvolvimiento del temido oficio, llegando así a hacerle fe a su nombre. Hay coloridos recuentos de brujas y brujos, hechiceros y hechiceras. Jusefa Ruiz, acusada de bruja y luego de hechicera, parece personaje de película: “volaba de noche y se transforma en distintos animales, tales como ratón y cabra”. Tal y como ocurre hoy día también se ocupaba del mal de amores y conversaba con el diablo: “Yo te conjuro diablo dela plaza que le traigas a casa. Yo te conjuro diablo dela carniceria, quelo traigas ayna, Diablo cojuelo yo te conjuro que melo traigas del coracon y del pulmon y del riñon” [sic].

El libro incluye al final una serie de anejos donde prácticamente se resume todo el contenido brindándonos los nombres de los reos procesados, fecha, género, edad, etnia/raza, estado marital.

Isabel de Castilla: Una Psico Biografía por Carmen Alicia

Morales es el otro libro que comentaremos.

El análisis de la reina se basa en las ocho etapas psicosociales de la teoría de desarrollo según Erik Erikson: infancia, niñez, edad del juego, edad escolar, adolescencia, juventud, adultez, vejez. CAM se vale de fuentes históricas fidedignas para mostrar, con pasión y brillantez, el desenvolvimiento de quien fue mujer aguerrida, tenazmente incansable en sus responsabilidades reales así como en aquellas de madre y esposa. Crece entre damas y ayas españolas y portuguesas. La vemos jugando de niña, caminando por las plazas y recovecos de los muchos lugares en los cuales fue aquilatando su perseverancia como monarca. Su entorno cultural incluye Madrigal, Arévalo, Segovia, Castilla, Andalucía y Medina del Campo. Viajamos gozosamente con la reina mientras ella dedica todas sus fuerzas y esfuerzos al bien de su estirpe y de su corona.

Las estrategias narrativas que rinden tan atractiva la lectura de la vida de esta admirable reina recuerdan aquellas utilizadas por Stacy Schiff en su biografía de Cleopatra(2010.

Tanto CAM como Schiff crean estampas visuales y conceptuales, partiendo de las fuentes disponibles, para configurar una realidad de la cual pueda valerse el lector(a)para su comprensión de personajes y hechos.

Agradan las múltiples citas que aparecen en el texto escritas con la gracia y dulzura del español de la época. Veamos un hermoso ejemplo de ello en la descripción de la entrada de los reyes, Fernando e Isabel, a Granada, luego de la rendición de Boabdil.

“vinieron del real con todos sus exércitos puestos en horden, y fueron la vía derecha de Granada; y no entraron por la ciudad, sino por el río Genil arriba y por los puertos de los molinos y por el Realejo. Y de allí subieron hasta la puerta principal del Alhambra donde salió el rey Chiquito a ellos, y porfió a se apear, y el Rey por su faraute le dixo que no lo hiciese. Y así el rey moro fue cabalgando a ellos, y porfió por vesalles las manos; y como ellos no se las quisiesen dar les besó en el hombro”. (cronista Alonso de Santa Cruz)

Recomendamos la lectura de estos dos valiosísimos y bellos libros a todo lector(a) que se aprecie como tal.