El Discurso de Barack Obama en México

Agenda Caribeña
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altEl 3 de mayo el presidente de Estados Unidos dictó un discurso en el Museo de Antropología de la Ciudad de México. El mensaje de Barack Obama de produce dentro del marco de su gira a México y Costa Rica.

El discurso de Obama, al igual que nos tiene acostumbrado con su elocuente oratoria, captó la atención mundial, particularmente en América Latina. En minutos, el texto de dicho discurso surcó las olas de los ordenadores electrónicos debidamente traducido, permitiendo a la población de habla hispana en el Hemisferio americano, enterarse de su contenido y a partir del mismo formular distintas hipótesis en torno a las relaciones futuras de Estados Unidos con uno de sus principales socios dentro del Tratado de Libre Comercio, los Estados Unidos Mexicanos.

El discurso de Obama no puede ser discutido al margen de aquel otro que él presentara el 13 de febrero de 2013, cuando compareció ante el Congreso estadounidense, en cumplimiento del mandato establecido en la Constitución de Estados Unidos en su Artículo II, Sección 3. Allí se indica que el presidente de dicho país, ¨de tiempo en tiempo dará al Congreso información del Estado de la Unión y recomendará medidas que juzgue necesarias y convenientes.¨

En aquel momento en su discurso, Obama apuntaló elementos como los siguientes: la creación de empleos y la inversión del Estado en la promoción de nuevas fuentes de empleo; el fortalecimiento de la educación; la ampliación de la clase media y el aumento en su poder adquisitivo; la innovación energética; la reducción de la dependencia del petróleo extranjero; la intensificación en el consumo del gas natural y el desarrollo y uso de las fuentes renovables del energía; la reforma migratoria y cómo parte de ella, cómo afrontar la inmigración ilegal; el fortalecimiento de los gobiernos amigos de Estados Unidos; y finalmente, su propuesta para nuevos esfuerzos en el desarrollo de acuerdos comerciales y económicos dirigidos a crear una Alianza Transatlántica y otra Alianza Transpacífica de Comercio a partir de los existentes acuerdos de libre comercio.

El discurso de Obama en México, sin embargo, no es sino la adecuación de sus discursos previos sobre el Estado de la Unión y lo que fueron sus propuestas al Congreso, visto éstos desde el punto de vista de sus relaciones con su vecino del sur México. Veamos.

Luego de una emotiva introducción en la cual Obama destaca la herencia cultural mexicana, deja pautada la premisa, por cierto a nuestro juicio puramente retórica, de que las relaciones actuales entre México y Estados Unidos se sostienen en la soberanía mutua de dos naciones socias que trabajan en conjunto para atender intereses mutuos, con un mismo nivel de respeto entre ambas. La realidad es que no puede existir una relación de respeto y sociedad recíproca cuando, a diferencia de México que no ve a Estados Unidos como su patio delantero, Estados Unidos sigue viendo a México como lo veía desde el siglo XIX con la doctrina del Destino Manifiesto como parte de su patrio trasero. Así lo consignó su Secretario de Estado recientemente a raíz de la gira del Presidente Obama.

Para Obama el fortalecimiento de las reformas económicas propulsadas por los pasados gobiernos en México, que no es sino el desarrollo de la implantación de los modelos neoliberales y privatizadores dirigidos a la transferencia al capital privado de áreas de la economía que antes estaban en poder del Estado como son la generación de electricidad o el control del petróleo, tendrán mientras ese sea el curso a seguir, el apoyo entusiasta de Estados Unidos.

En su discurso, Obama reconoce, frente al flagelo que vive el pueblo mexicano ante la lucha a muerte entre los cárteles de drogas, que esa violencia tiene una estrecha vinculación con el hecho de que es precisamente la demanda por las drogas, incluyendo la demanda en Estados Unidos, lo que oxigena y alimenta el desarrollo del narcotráfico en México. Lo mismo ocurre con el problema del tráfico de armas, donde a la vez que reconoce que las armas que se están utilizando en México por estos cárteles de la droga provienen de Estados Unidos, se limita a plantear una política punitiva contra los grandes traficantes, sin atender el problema real que existe en Estados Unidos con la tenencia de armas en poder de los ciudadanos, señalando que se trata del derecho a portar armas resguardado por la Constitución estadounidense.

Al igual que planteó en el mensaje sobre el Estado de la Unión en febrero de 2013, Obama discute lo relacionado con el tema de la reforma migratoria. Indica que está impulsando en Estado Unidos una reforma migratoria sostenida en el sentido común, donde a la vez que se refuercen los puestos fronterizos y se fortalezca la emigración legal frente a la ilegal, se garantice que millones de inmigrantes indocumentados que hoy viven en Estados Unidos, la mayoría mexicanos, puedan a la larga ajustar legalmente su status migratorio accediendo a la ciudadanía. La realidad es que bajo su mandato, millones de inmigrantes legales han sido deportados de Estados Unidos, incluyendo el caso de miles de padres y madres de niños nacidos en Estados Unidos y en consecuencia, ciudadanos estadounidense, que producto de tales deportaciones se ha creado una separación física total entre los padres y sus hijos, rompiendo entre ellos la estructura básica familiar.

En el renglón del comercio, mientras en el mensaje sobre el Estado de la Unión Obama llamaba a la necesidad de invertir por partedel gobierno federal en la creación de puestos de trabajo y en el reforzamiento de la construcción o mejoramiento de los sistemas de carreteras y puentes; ésa misma fórmula es la que propone en la inversión en puentes, carreteras y pasos fronterizos como una de las formas de facilitar y ampliar el comercio entre ambos países.

Es interesante el dato que Obama ofrece de que las exportaciones de productos de Estados Unidos a México supera el monto combinado de las exportaciones de Estados Unidos a Brasil, Rusia, India y China. Por ello, dentro del contexto del reforzamiento de este intercambio comercial, Obama convoca a desarrollar en forma conjunta, como socios, la Sociedad Transpacífica que le permita a ambas naciones competir y ganar para su beneficio los mercados emergentes asiáticos.

Otro asunto incluido en ambos discursos sobre el del Estado de la Unión este año y el año pasado con el pronunciado en México, el la convocatoria al aseguramiento económico y energético futuro, creando una sociedad entre ambos países a partir de la llamada ¨energía limpia¨ mediante el uso de la energía solar y eólica. En este esfuerzo, Obama visualiza una medida que permitiría la creación de empleos en México y Estados Unidos. Claro está, quien posee las tecnologías y quien posea la capacidad de producir los bienes será siempre quien más venda y quien carezca de esas mismas capacidades y tecnologías, será eventualmente quien compre.

Al igual que el mensaje sobre el Estado de la Unión de 2013, Obama puso énfasis en el mejoramiento e inversión en la educación e investigación científica. Con México y América Latina propone un intercambio académico donde 100 mil estudiantes se muevan a cursar sus estudios de Estados Unidos a la par que 100 mil estudiantes estadounidenses lo hagan en países de América Latina. Esta propuesta va de la mano con su posición sobre el tema migratorio de incentivar la emigración hacia Estados Unidos de técnicos, especialistas e ingenieros provenientes de los países latinoamericanos, invirtiendo de paso en la innovación, investigación y desarrollo de estos en México.

A su salida de México, Obama viajó a San José, capital de Costa Rica, donde se proponía reunirse con los representantes de ocho países miembros del Sistema de Integración Económica de Centro América (SIECA). De acuerdo con Marco A. Gandátegui, los objetivos de Obama en esta reunión eran los siguientes: ¨En primer lugar, quiere asegurar que la región se mantenga firmemente en el ´patio trasero´ de la política militar de EE UU. En segundo lugar, quiere dejar su huella política en las iniciativas del Pentágono. En tercer lugar, Obama pretende crear una gran alianza entre países con políticas neoliberales contrarios al ALBA, MERCOSUR y otras iniciativas en la región.¨

Los frutos de esta gira de Obama comenzarán a dejarse sentir en los próximos meses. Esta ofensiva diplomática y económica no debe dejar dudas al hecho de que Estados Unidos, quien en la pasada década ha invertido grandes esfuerzos imperiales en el Medio Oriente y Asia Central, ha comenzado a volver su mirada, una vez más, sobre América Latina a partir de aquellos países donde los sectores oligárquicos aún asumen el control político de sus respectivos Estados. La advertencia de John Kerry de que América Latina es el patio trasero de Estados Unidos no es pura retórica. Es la realidad de una visión imperialista a la cual Estados Unidos se adscribió desde hace ya más de un siglo y nunca ha renunciado.