Sanación y prácticas curativas en el Caribe

Salud
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altDentro del patrimonio histórico caribeño, el folclore de la medicina popular —con sus prácticas curativas y de sanación— posee una identidad cultural ineludible. Su repercusión es a menudo uno de los factores que unifica la región a pesar de que su condición cultural ha sido forjada en la diversidad de razas, idiomas y costumbres. La medicina natural —también conocida como curanderismo— se ha conformado, en parte, por las poblaciones migrantes y sus mezclas y prácticas, pero también por una mezcla considerable de leyendas, fantasías y realidades.

Sus orígenes se expresan como prácticas ancestrales fundamentadas principalmente en la medicina herbolaria y en la sabiduría transmitida oralmente de generación en generación. Se cree que los curanderos poseen un don divino para curar personas enfermas por medio del uso de hierbas, masajes y rituales místicos. Los curanderos y curanderas, apoyados en oraciones y conjuros, tienen la facultad de conseguir el equilibrio corporal y mejorar el estado de salud de casi cualquier padecimiento.

La teoría primordial de esta práctica curativa es que un ser superior puso en la tierra todas las hierbas curativas y luego seleccionó a ciertas personas para canalizar esa gracia sanadora. El curanderismo es parte de la tradición caribeña al igual que otras prácticas curativas como son el espiritualismo, el misticismo, los santiguadores, santeros y espiritistas. Dentro de estas nomenclaturas, los más populares son: el yerbero, la partera y el sobador.

Aunque las diversas prácticas curativas emplean métodos distintos, existe la disposición generalizada a creer que la enfermedad se forma en el exterior y penetra al hombre o mujer en forma de espíritu. El trabajo del curandero consiste en intentar limpiar el mal afectado. De igual forma, las religiones afroamericanas ofrecen un concepto de la enfermedad en el que el mundo mágico tiene una enorme repercusión. Por ejemplo, la enfermedad y la muerte, en especial de gente joven, no se entiende como un proceso natural de la vida, sino como un trabajo hecho sobre el enfermo para causarle el mal.

De acuerdo con los especialistas, el curandero escucha los problemas del enfermo y su notoriedad se basa en que considera tanto el aspecto psíquico y moral como el fisiológico para aportar soluciones concretas a situaciones de la vida cotidiana. Los curanderos dan consultas en una habitación que tienen especializada para la práctica, y aunque generalmente no cobran por sus consultas, sí cobran por ciertos trabajos. De todas formas, la mayoría de la gente les paga porque por lo general son jefes de familia y se les trata con suma consideración y respeto.

Dentro del curanderismo existe confusión acerca del término brujo. La palabra brujo es del lenguaje popular y tiene diferentes significados. Por una parte, puede significar lo mismo que curandero, pero también incluye la posibilidad de manipular la realidad desde una "posición poderosa", lo cual puede resultar incómodo para algunos involucrarse con ellos.

A través de escritos de sacerdotes cristianos se sabe que los pueblos taínos de las grandes islas del Caribe fueron los primordiales practicantes de ritos de sanación llevados a cabo en cultos que incluían el consumo de plantas y polvos alucinógenos para las visiones de espíritus asociadas a la práctica curativa.

Hoy día, los baños termales, los tratamientos con algas, el uso de hierbas y los aceites botánicos, el sacrificio de animales, el espiritismo y otros rituales comparten la modalidad de una sanación de raíces antiguas.