Mesa de Diálogo Independentista

Cartas de un(a) Antillano(a)
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altHace unos días, partidos, colectivos y organizaciones sociales de la izquierda peruana anunciaron la constitución de un Frente Amplio de cara a las elecciones municipales y regionales del 2014 y los comicios generales del 2016 que se celebrarán en ese país.

El llamado Frente Amplio es conformado por Ciudadanos por el Cambio (del exprimer ministro Salomón Lerner Ghitis y los demás exaliados del humanismo), el Movimiento de Afirmación Social (MAS), de Gregorio Santos, Tierra y Libertad (del exsacerdote Marco Arana) y Fuerza Social (de la alcaldesa de Lima, Susana Villarán), entre otros. También figuran el Partido Comunista, el Partido Socialista y Patria Roja, organizaciones de corte radical.

En Ecuador, un frente amplio llevó al poder a Rafael Correa. Lo mismo ocurrió en Uruguay con el Frente Amplio que le ganó la presidencia a Pepe Mujica; en Venezuela el Gran Polo Patriótico creado en el 2012 que llevó a Hugo Chávez y a Nicolás Maduro al triunfo. Fenómenos similares, con distintos nombres, han ocurrido en Brasil, Argentina, Nicaragua y tantos otros lugares de Latinoamérica y del mundo.

¿Por qué no hemos avanzado en ese proyecto tan necesario en Puerto Rico? Diversas organizaciones de izquierda, incluyendo al MINH, propusimos incluir en nuestra agenda de trabajo la creación de un frente amplio. Hemos hablado mucho y adelantado muy poco en esa dirección. Si bien es cierto que de manera aislada se coordinan muchos esfuerzos en el trabajo internacional, en el Comité de Puerto Rico en la ONU, en la campaña por la excarcelación de Oscar López, en las luchas ambientales, en la defensa de los derechos humanos y civiles y por la justicia social, aun no hemos logrado la constitución de una Mesa de Diálogo Independentista como un primer paso. Lo más cercano que tenemos en esa dirección fue el Congreso Nacional Hostosiano (CNH), visualizado como el Parlamento del Independentismo en el 1996, y que surgió como resultado del Primer Encuentro Hostosiano convocado por Juan Mari Bras el 11 de enero de 1994. Al contar con esa experiencia y habiendo aprendido de los errores cometidos, tenemos que retomar aquel proyecto.

Una manera de fortalecer las coordinaciones que se dan de forma coyuntural y casi espontánea, es mediante la formalización de una Mesa de Diálogo del Independentismo. Se debe empezar por las cosas más básicas, como la coordinación de efemérides, la no cancelación de esfuerzos y movilizaciones, la unidad de esfuerzos en el trabajo nacional e internacional, la lucha por la excarcelación de Oscar López y demás presos políticos, la defensa del ambiente y nuestros recursos naturales, y contribuir a la organización y autogestión de comunidades. En fin, de lo que se trata es de definir una agenda común del movimiento patriótico, que pueda desembocar eventualmente en algún proyecto de frente amplio electoral, tal y como ha ocurrido en casi todos nuestros países vecinos.

La agenda hostosiana, de cara a la Tercera Asamblea General a celebrarse el domingo 29 de septiembre en el Centro de Bellas Artes de Cataño, es promover la creación de una estructura de frente amplio que aspire a integrar dentro de ella todas aquellas fuerzas políticas, partidistas y no partidistas; sociales; comunitarias; gremiales; profesionales; juveniles; feministas; religiosas o de cualquier otra naturaleza, comprometidas con el reclamo de poderes políticos que pongan fin inequívocamente al colonialismo en Puerto Rico.

Este cuerpo debe promover el desarrollo económico del país sobre la base de un modelo de desarrollo no dependiente y el mejoramiento de la calidad de vida y el consenso social. Promulgará como valor la inversión de nuestro pueblo en la educación de su población; abogará por elevar a niveles de excelencia la prestación de servicios de salud que garanticen la seguridad de sus ciudadanos y por la democratización de su vida colectiva mediante mecanismos efectivos de participación en la toma de las decisiones fundamentales de nuestras vidas.

El frente amplio fomentará, asimismo, un desarrollo sustentable armonioso con la preservación de nuestros recursos no renovables y medio ambiente; de plena vigencia en un estado de derecho donde se respeten los derechos civiles y derechos humanos de toda la población y se promueva la preservación de nuestro acervo cultural como pueblo.

Dicha estructura debe estar abierta a la incorporación de organizaciones e individuos; impulsará acuerdos sobre la base del consenso, donde las instancias participantes se comprometan a respetarlos, y ceñirse a éstos desarrollando un diálogo persuasivo y fraternal entre sus diferentes componentes, donde se colocarán los intereses de la Patria por encima de los particulares de las organizaciones e individuos adheridos a su programa.

Como todo frente amplio, partimos del reconocimiento de la independencia de cada una de las organizaciones que lo integran. Se trata de un esfuerzo colectivo coaligado y de ninguna manera una fusión organizativa. En tal sentido, el frente no aspira a sustituir los esfuerzos que lleven a cabo las diversas organizaciones o sectores en el proceso de adelantar sus respectivos programas o propuestas de acción política.

A corto plazo, podemos dar el primer paso: la constitución de la Mesa de Diálogo Independentista.