Viviendo con una bala cerca del pecho

Voces Emergentes

Cuando la bala entro al cuerpo de Carlos, y él caía al pavimento, su familia no sospechaba que la peor noticia de su vida estaba por llegar. El asesino, un joven descarriado, sin respeto por la vida, una posible víctima del sistema, no le importó que su víctima tuviera un hijo, que era hijo, que era nieto, que lo querían tanto. Que su padre, su madre y familia le llorarían hasta deshidratarse. Y que esa bala que disparo explotaría infinitamente en sus pechos.

Esta escena tan horrible pasa en Puerto Rico constantemente. A veces uno dice: ¿Cómo quererte tanto  como quisiera, Puerto Rico, cuando esto pasa a diario? Alguien muere asesinado y reducen su importancia catalogándolos por etiquetas: “fue por drogas”, “fue por faldas”, “fue por una confusión”, “Fue en X barrio”. Terribles excusas que intentan achicar el problema. A veces uno dice: ¿Cómo quererte así cómo quisiera, cuándo el día menos pensado un imbécil, te roba y te quita la vida? Y al otro día no pasó nada, solo fuiste otra víctima del crimen, se “redobla” la vigilancia en la zona y listo.

¿Por qué no se dan cuenta que la vida es lo más importante? Más allá del dinero, más allá de todo, la vida es lo MÁS importante en una sociedad, es lo que lo hace un país. ¿Por qué se rindieron todos, y piensan que la criminalidad no tiene solución? ¿Por qué el Gobierno no cambia de estrategia? Solo se justifican al decir: “el crimen se redujo un 5%", cuando una sola persona, de ese 5%, vale infinito por ciento, para alguien.

¿Por qué llenarnos de excusas y decimos: “ah, eso pasa en todo el mundo"? Pues, aquí no tiene que pasar. ¿Por qué tenemos que vivir con una bala tan cerca a nuestro pecho? ¿Por qué nuestras madres tienen que vivir con miedo de que a su hijo lo confundan en la calle, y le dañen su salud o que terminen con una vida que vale hace tanto?

Nos quieren hacer creer que somos la Isla Estrella, la Isla del Encanto. Hay que buscar las raíces de este problema de la sociedad, buscar dónde todo se “jodió".

Si no mientras tanto, seguirán muriendo jóvenes a diario, los próximos escritores, matemáticos, atletas, revolucionarios, químicos, los próximos esposos, esposas, hijos, padres, y los próximos Carlos.

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