Desigualdades de género y etnia en el acceso a las TIC

Cartas de un(a) Antillano(a)
Typography
  • Smaller Small Medium Big Bigger
  • Default Helvetica Segoe Georgia Times

altEl jueves 17 de octubre tercer día de la XII Conferencia Regional sobre la mujer de América Latina y el Caribe se desarrolló en el Salón Santo Domingo, el evento paralelo “La interacción de desigualdades de género y etnia en el acceso a las TIC: obstáculos y buenas prácticas para el empoderamiento de las mujeres indígenas”

Tarcila Rivera, del Perú introduce el Panel señalando que aparentemente estamos en un espacio donde los derechos colectivos están por encima de los derechos individuales, cuando es importante tener en cuenta que son complementarios, defender los derechos colectivos implica también defender los derechos individuales. Si no defiendo el territorio que es mi casa, como puedo defender mi individualidad

Señala que acceder a las TIC consiste también un derecho fundamental para las mujeres indígenas, pues entre los aspectos más importantes permite acceder a información, que se traduce en acceso al poder de las mujeres indígenas.

Refiere que las TIC primero deben ser para defender y para acceder a derechos, cumpliendo con un rol educador y formador.

Fabiana del Popolo, especialista en población de la CELADE, presentó el estudio Mujeres Indígenas en América Latina: Dinámicas demográficas y sociales en el marco de los derechos humanos, en el que se analizan temas como Mujeres indígenas: la autonomía en construcción, se analiza ¿quiénes son las mujeres indígenas? Avances y desafíos para su visibilidad estadística; las características demográficas de las mujeres indígenas: necesidades de políticas e investigación; Autonomía física: los derechos reproductivos y la lucha contra la violencia, autonomía socioeconómica, los derechos de participación política, institucionalidad y políticas públicas.

Un amplio estudio que entre otras conclusiones destaca la existencia suficiente de documentos normativos que establecen los derechos de las mujeres indígenas, que de acuerdo a las características demográficas de las mujeres indígenas surge la necesidad de políticas e investigaciones que nos muestren su verdadera realidad. La falta de información desagregada refleja vacíos importantes que no permiten conocer sus necesidades e intereses.

De acuerdo a los micro datos censales de CEPAL/CELADE en el caso de Nicaragua en el 2005 del total de la población de 4 millones 979 mil 850, el 8.9 de la población se declaró indígenas de las cuales el 50% son mujeres, y el 57.65% proceden de la Región Atlántica, el 25.5% de la Región Central y el 16.85% de la Región del Pacífico.

El 44.5% de las indígenas se encuentran en las zonas urbanas y de rangos etareos de 0 a 14 años el 34.2%, de 15 a 59 años el 59.2% y el 6.5% de 60 años a más. En el caso de la zona rural encontramos al 55.5% de mujeres que de los mismos rangos etareos el 46,6%, el 48.4% y el 5%.

Se destaca la situación de las Regiones Autónomas donde se encuentra el mayor porcentaje de mujeres indígenas y las dificultades de integración que a lo largo de la historia ha prevalecido con lo cual se acentúan las brechas de desigualdad y donde existe un fuerte sentido de pertenencia a sus tierras comunales, habitando zonas de alta vulnerabilidad ecológica y ambiental.

Se hace referencia que la tasa global de fecundidad de las mujeres indígenas en Nicaragua es de 4.2, dato que corresponde el 2.9 la TGF de zonas urbanas y 5.4% de zonas rurales. No se encuentra información de la prevalencia del uso de anticonceptivos en Nicaragua según condición étnica.

Otro dato importante que refleja la brecha de desigualdad de las mujeres indígenas en Nicaragua es la referida al porcentaje de jóvenes que son madres, donde encontramos que un 13.4% son del rango etareo de 15 a 17 años, de las cuales el 10.9% son de la zona urbana y el 15.1% son de la zona rural, del rango de 18 a 19 años el 38.4%, 29.7% de zonas urbanas y el 45.3% procedentes de zonas rurales, con lo que se observa que la probabilidad de ser madre es más alta en la zona rural.

Se destaca la invisibilidad de las mujeres indígenas en las cifras sobre violencia lo que determina la necesidad de un enfoque intercultural y la inclusión de diferentes dimensiones que permitan observar el fenómeno en toda su magnitud y como afecta a la vida y a la salud de las mujeres en términos generales y de las indígenas en particular.

Si bien es cierto se reconocen los avances en las agendas de género y de los pueblos indígenas en América Latina y el Caribe y que se han desarrollado en líneas paralelas, sin embargo los mecanismos no son lo suficientemente sólidos como para responder a la heterogeneidad de las mujeres indígenas o de las relaciones de género dentro de los pueblos indígenas.

Esta pequeña radiografía nos plantea el reto de demandar el cumplimiento de la Declaración de los conocimientos.

Ante esta situación Tarcila Rivera reafirma que las TIC deben de ser primero una valiosa herramienta para defender y para acceder a derechos, cumpliendo un rol educador y formador.

Yina Rodríguez, joven indígena colombiana, de la Red de Mujeres Populares “Tejiendo Vida”, reflexiona acerca de los programas en relación al acceso a las TIC que su país viene impulsando. Indica que hay acciones para que los pueblos indígenas puedan acceder a las TIC, sin embargo estas no están definidas bajo estrategias claras que asegure, primero, un acceso posible. Tenemos acceso o no…., el gobierno nos trae computadoras, pero la pregunta es ¿dónde las enchufamos? Otra de las reflexiones que dejó fue: ¿Será que preservar la cultura nos permite ejercer a las mujeres indígenas, nuestros derechos sexuales y reproductivos?

Rose Cunningham lideresa indígena del Pueblo Miskito de Nicaragua, habló de la experiencia de la Universidad Itinerante Indígena, a través de la que se ha fortalecido el liderazgo de las mujeres.

Explicó la experiencia de las radios comunitarias, existiendo más de veinte emisoras que transmiten en lenguas de las diferentes etnias, pero que sin embargo, pese a la existencia de información y de la experiencias de comunicación por ejemplo en Río Coco en el 2012 se reportaron más de 20 muertes maternas que pudieron ser evitables.

La ley contra la violencia no existe y se tiene que aplicar la ruta comunitaria indígenas, a través de la que 128 huistas hombres, en nombre de la cultura y tradición violentan los derechos humanos de las indígenas.

Para concluir con el conversatorio Tarcila Rivera señala que en el entorno se escucha que la información es poder, entonces…¿cómo hacer para acceder al poder y ejercer el poder…? Acceder a una herramienta y utilizar la herramienta, ejercer derecho y demandar derecho.

¿Cómo se entiende la pérdida de la tradición oral? Reflexionemos entonces en cómo se accede a dejar registrado el conocimiento y la sabiduría de las mayores que vienen de una cultura oral.

Defender la cultura y la tradición no contradice el Derecho a Decidir de las mujeres sobre su sexualidad y reproducción.

Mi madre dice: Ese aparato es bueno, si sirve para mejorar la situación de las mujeres indígenas.

A las mujeres indígenas hay que escucharlas con atención, sus voces son primordiales, los liderazgos son importantes para erradicar las desigualdades y las brechas.

Las TIC para la salud, las TIC para la educación, las TIC para la información, las TIC para denunciar las violaciones de nuestros derechos.

Igualdad justamente no es más que tener la mitad que nos corresponde.

María de Jesús Tenorio Díaz

Servicios Integrales para la Mujer – SI Mujer

República Dominicana

Octubre 2013