El estado, los muertos y la soberanía

Política


altHace unos días, el jefe de la policía de Puerto Rico, Héctor Pesquera, indicó que ante los asesinatos y masacres que se han suscitado en la isla durante el mes de octubre, era muy poco lo que él y su agencia, podían hacer. En particular, porque el trasiego de armas, una de las causas o herramientas que provocan los asesinatos, son importadas a la isla, y esto es un área de jurisdicción del gobierno federal.

Ante esto, el jefe de la policía reclamó incapacidad de resolver el asunto, y lo delegó a las agencias federales. Se trata de un asunto de soberanía, la básica: ¿quién controla las fronteras y aguas territoriales del país? La contestación a esta pregunta es un ejercicio mínimo de poder soberano.

Sí, y sobre esto estamos muy claros, la soberanía plena de Puerto Rico la controla el gobierno de los EE.UU.  El gobierno de Puerto Rico tiene una soberanía parcial, para poder atender asuntos de delincuencia callejera.  Pero para poder detener la incidencia criminal, partiendo de la base de soluciones con mayor profundidad y sostenibilidad, carece de poderes. Se trata de un país a medias.

Ahora bien, que el comentario en torno a las limitaciones lo diga el jefe de la policía, quien es un ex-agente del FBI, quien es partidario de la anexión plena de Puerto Rico a los EE.UU, es un dato muy curioso.  Se trata de un asunto medular, cuya respuesta sensata nos aleja de los EE.UU y sin lugar a dudas no nos acerca.  Es decir, en la práctica el gobierno de los EE.UU ha demostrado ser incapaz de resolver los problemas profundos de la criminalidad.  Tan solo la administra, con una cuota permanente mensual de jóvenes arrestados,  los cuales son en su mayoría pobres, negros, y marginados.

Pensemos de otra forma: si tuviéramos más poderes soberanos, ¿podríamos controlar los problemas que hoy no son controlables?  Lejos de ser sínico y negativo, mi contestación es en la afirmativa.  Démonos una oportunidad – a fin de cuentas es el propio Pesquera el que hoy ha logrado incrementar la tasa de esclarecimiento de los delitos de asesinatos de un 27% a un 45%. Es decir, él está haciendo bien su trabajo.  Alguna idea tendrá para detener la entrada de armas ilegales.  Lo que no tiene hoy son poderes soberanos para hacerlo.