De repente el Caribe se ha tornado en un lugar exótico, para los propios caribeños, y todos y todas desean participar en las distintas organizaciones regionales que existen en la región. Todos y todas, sin lugar a dudas, menos Puerto Rico. A manera de ejemplo el gobierno del territorio de ultramar de Francia en el Caribe, la isla de Martinica, ha solicitado admisión en calidad de Miembro Asociado, en la Organización de Estados del Caribe Oriental. Esto es similar a la posición que Francia asumió ante la Asociación de Estados del Caribe, en la cual tanto los gobiernos de Guadalupe y Martinica, también solicitaron admisión como Miembros Asociados.
La categoría de Miembro Asociado en las organizaciones regionales del Caribe, es una que permite que territorios no soberanos, es decir, colonias, territorios de ultramar, y otros, puedan integrarse a dichas organizaciones. Para el territorio colonial de Puerto Rico, esto es una gran oportunidad, pues le permite a país participar en organizaciones regionales, muy a pesar del estatus de la isla ante Washington. Lo único que nos relega de participar, realmente hablando, es la voluntad política.
Ante este cuadro de otro tipo de oportunidades, el gobierno de Puerto Rico por vía de sus mandatorios bajo la administración del gobernador Alejandro García Padilla, se concentraron en la semana pasada en visitar los EE.UU y conversar con las agencias acreditaras y en explorar inversión por parte del gobierno de la República Popular China. Ni bueno ni malo, pero se trata seguir explorando viejas rutas de desarrollo socio-económico, ya más conocidas. Lo que sería nuevo, es trabajar de forma coordinada en las organizaciones regionales en el Caribe, y de tal forma invertir en nuestro futuro.
A manera de ejemplo, Martinica habrá de invertir en la línea área caribeña LIAT. Esto le traerá ciertos beneficios a dicha isla-nación. ¿No debería hacer lo mismo Puerto Rico y de esta forma desarrollar un componente de transportación de pasajeros para el Caribe?
Más allá de lo conocido, apostemos de lleno a la regionalización de Puerto Rico en el Caribe.