Guerra Civil No Declarada: Simpatía vs Empatía

Voces Emergentes

altComo uno de esos días que nos levantamos y nos preguntamos ¿cómo y cuándo paso? Sonrisas de simpatía y empatía. La empatía real es conexión de corazón, la simpatía fingida es, “quitate tú pa' ponerme yo”. "Espero estés bien", "No es personal". "Demuestra tu éxito, para eso estudiaste". Y los amigos se van desplazados de mi Puerto Rico.

Mudar la piel con la boca es un mamey. Cotidianamente la guerra civil no declarada en mi País, entristece, agobia y espanta. Matizando las estratas. Segregando la identidad. Aumento de la asfixia holística social. Guerra la cual estamos viviendo y sintiendo, violencia a la naturaleza, pasiva, verbal y física. "Whatever" es otro modo de violencia, de las más que duele, por la indiferencia e invisibilizar el issue. Exaltando las nimiedades para sacar ventaja. "Don't call me, I call you".

Alfombra voladora de realidad y amistades maquilladas. Pero, me voy a caminar al Viejo San Juan para ver los árboles con sus lucecitas bonitas encendidas de navidad para olvidar. Hasta... que escuché la primera bala al aire. Hasta que vea el periódico mañana, lleno de noticias y shoppers. Black Friday ensangrentado. Caminaré por ahí y me encontraré con gente por la cual, sentimos mutuamente simpatía, "¿Todo bien?” "Todo bien" “!Que mona!" (con las muelas de atrás). O con gente que sentimos empatía real de abrazos solidarios.

Auroras exorcizadas reinventan la estela. El lobo está pululando. Aburrimiento colectivo híper-conectado que no construye. Hablando con mi vecina por Facebook. Es fácil hablar. Homofobia, Xenofobia, Criminalización Civil. Aletea, aleteamos, como intentando despegar a ese lugar añorado. La anarquía organizada en silencio está fiscalizando para salvar el bote, digo el pote, digo el botín geográfico. ¿Por qué será?

Prístinas costas que nos pertenecen y despiden a los amigos queridos en fuga. "Sal de ahí chivita, chivita, sal de ahí de ese lugar". Sino, igual quédate en ese 100 X 35, engaveta tu doctorado y vete a trabajar a McDonald. !O trabaja en lo que sea! Hoy pensé en mis amigas hermanas, que se fueron de la Isla, para buscar paz de la guerra civil no declarada. Desplazo masivo. Polarización social. Quítate tú pa' ponerme yo. Amigas con nostalgia navideña. Ofrecí enviarles pasteles por Fed-Ex. Añoranza por las lechoneras.

Y así permanecemos...metropolitamente insularizados, nos montamos en el carro por las mañanas, guiando rápido y en automático, dando cortes de pastelillo, sin desayunar, para llegar temprano al trabajo y ser "nice". Para complacer al lobo, minotaureado en el laberinto. Como moscas dentro de una botella. Para ver la simpatía de sonrisas felices por el assessment logrado. "Aguanta en ese trabajo mija y tolera...tolera, las cosas están malas".

Para vivir la simpatía de la navidad de un árbol de pino artificial, usando ropa de poliéster, atrapado en aire acondicionado. La empatía reducida de cada cual. Esperando seis meses más para el nuevo año fiscal. Meteorizando la luz de la esperanza. Hablando por Skype con amigos, cerebros geniales en la distancia, para amplificar y compartir los coquíes del patio, para el alivio de su carencia. Eso es empatía.

Posdata: me voy a Guavate a la ruta de las lechoneras, en nombre de mis amigos que se fueron. Don't text me, I'm busy.