Puerto Rico 2014: ¿Desobediencia Civil para resolver nuestros problemas?

Política

Puerto Rico, como todo el planeta, inicia su día con la esperanza que el 2014 será mejor que el año que lo precedió.   El año 2013,  luego de varios informes económicos;  luego de la intervención del gobierno de la isla, como la intervención directa del gobierno colonial de los EE.UU;  pero luego de que todos los indicadores económicos demostrarán que el país no se re-encamina económicamente nos confrontamos con la dura realidad de que nuestra condición política determina en parte nuestra pobre situación económica.  ¿Por qué?

Porque nos encontramos en una fosa donde las decisiones nacionales que se toman, no se logran implementar correctamente debido a la lucha sin cuartel que se libra en la isla en torno a la definición final del estatus y la inacción de Washington en cuanto a nuestra situación interna.  Nada se resuelve, en la lógica de todos y todas, hasta que no se resuelva el estatus colonial de la isla.

El problema que produce la cuestión territorial-colonial estriba en que los años siguen pasando para Puerto Rico y sus nacionales, y nada se resuelve.  Se trata del país de los inmovilismos y mientras esto continúa sucediendo, la población en edad productiva y educada, continúa desangrando el país. Se estima que Puerto Rico ha perdido en los pasados cinco años, en edades productivas de 20 a 44 años, en su mayoría hombres educados, a cerca de 100 mil personas.

¿Qué debemos de hacer?  Nos parece que finalmente hay que aceptar que muchos de nuestros problemas se deben a la condición colonial de Puerto Rico. A  manera de ejemplo bajo las leyes de cabotaje que imperan en la isla desde 1906,  todo comercio marítimo entre Puerto Rico y los EE.UU se debe hacer mediante navíos de bandera estadounidense.  Esto se define como las leyes de Cabotaje, lo cual impone un costo extraordinario a los productos que se consumen en Puerto Rico.

Pues como nada cambia, y los años siguen pasando, sugerimos cambiar la estrategia: promovamos la desobediencia civil para resolver los problemas apremiantes de Puerto Rico.  En particular: el modelo económico que nos impusieron en los EE.UU;  modificar la constitución de Puerto Rico para alcanzar más derechos;  modificar la ley 600, la que define la relación entre los EE.UU y Puerto Rico, para garantizarle más derechos a los puertorriqueños; y conseguir la libertad inmediata de Oscar López.

En los casos recientes donde Puerto Rico ha utilizado la desobediencia civil (Vieques 1999 a 2003;  el Súper Tubo 2004; 2009 a 2012), la misma ha resultado siempre en haber alcanzado el objetivo promovido por el pueblo. Es decir, la liberación del pueblo de Vieques del control de la marina de guerra de los EE.UU, y la suspensión en dos ocasiones del mega proyecto de gas en la isla.

Es un momento de cambiar la estrategia.  Puerto Rico necesita con urgencia cambios y nuestros gobernantes, en particular la metrópolis, no los están promoviendo.