Rafael Bernabe, el profe que dictó cátedra en las elecciones del 2012

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El nombre que uno le otorga al nacer su primer hijo determina, en muchas ocasiones, la cosmovisión que gobierna a los progenitores. En este caso, hablo de forma singular de Rafael Bernabe, quien corrió como candidato a gobernador por el Partido del Pueblo Trabajador (PPT) en las pasadas elecciones de noviembre de 2012, y quien acaba de entrar al mundo de la paternidad, la maternidad y la familia con el nacimiento de su primer hijo. El nombre que le obsequiaron al recién nacido lo dice todo: Maceo.

El “Titán de Hierro”, Antonio Maceo, fue el líder militar indiscutible de la revolución por la independencia de Cuba en el siglo 19. Fue reconocido por José Martí, el padre de la patria cubana y gestor del proceso de independencia de fines de siglo, como a su vez por Máximo Gómez, el general de generales de la revolución cubana por la independencia (Maceo participó tanto en el Grito de Yara como en la Guerra del 95). Hijo de un mulato venezolano y una afrodescendiente cubana, Maceo, habiendo nacido libre, siempre supo incorporar en los procesos revolucionarios por los cuales luchó en Cuba el reclamo legítimo por la abolición del régimen esclavista y la libertad de los esclavos.

Honrar a un recién nacido con el nombre de Maceo es honrar más de 150 años de luchas libertarias, que sin lugar a dudas versan sobre mucho de la historia cubana, pero también sobre las luchas por la justicia social, la igualdad y, sobre todo, la libertad en el Caribe. Por eso es que debemos relacionar este nombre particular, y dentro del eje de esta entrevista, a Rafael Bernabe.

El candidato a gobernador por el PPT en las pasadas elecciones no fue cualquier candidato. Profesor de estudios interdisciplinarios en el Departamento de Estudios Hispánicos de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras, puede contar la vida desde tres ejes: como historiador (licenciatura de la Universidad de Princeton), como sociólogo (maestría y doctorado de la Universidad del Estado de Nueva York) y como activista político (cofundador del Taller de Formación Política, Frente Socialista, Movimiento al Socialismo y el PPT). Pero más que nada, y dentro del mundo de la literatura en que vive y trabaja, es un apasionado de la lectura.

A sus 54 años, Rafael Bernabe vive felizmente en pareja, ha constituido una hermosa familia con el recién nacido Maceo y ha vuelto a lo que más le causa alegría: la cátedra en la Universidad de Puerto Rico. Pero el actor político que hay en él no se le puede despegar.

Con una profunda tradición de militancia política de izquierda, que data desde sus 16 años cuando iniciaba el mundo por la lectura profunda de Marx, Lenin, Trotsky, entre otros, ha dedicado toda su vida a organizar formaciones políticas para incidir en la política y en lo social. No obstante, el PPT, para él como para muchos de los que militan en dicha organización, constituyó el primer intento de conquistar el poder político por vía de las elecciones. A pesar de no haber salido exitoso en la contienda, para un partido que se inscribió tan sólo a seis meses de las elecciones, salió muy bien: llegó en la lista oficial.

Aunque hay que destacar que, más allá del conteo de votos, este proceso electoral que culminó en el 2012 tuvo una gran sorpresa. En la figura de Rafael Bernabe los sistemas mediáticos pudieron encontrar al candidato idóneo: profesor universitario con estudiantes egresados en todas las dependencias mediáticas/prensa públicas y privadas, habidas y por haber; una persona con presencia pública y facilidad para hablar; un partido político, que aunque pequeño, sumamente profundo. Pero la virtud más grande que tuvo Bernabe en las pasadas elecciones versa sobre su medio principal para su sustento y su familia: ser un intelectual que imparte clases para vivir. En este sentido, el profesor que hay en él continuamente nos está educando y ayudando a ser libres. Así como Antonio Maceo utilizó el machete, Bernabe utiliza el libro.

DN: ¿De dónde viene Rafael Bernabe?

RB: Vengo de una familia de clase media del sector llamado Monacillos en Río Piedras. Mi padre era tecnólogo médico en el Hospital de Veteranos y mi madre era empleada de un banco, aunque lo dejó y se dedicó a cuidarnos. Somos tres hermanos, del cual yo soy el mayor, luego mi hermano que es profesor de derecho en los EE. UU., y mi hermana, quien ha trabajado toda su vida para una línea aérea en el aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín de Carolina. Somos una familia nuclear, pequeña, bastante unida.

Dicho esto, en mi familia se leía mucho. Mis padres eran lectores voraces, nos inculcaron a nosotros un hábito, con el cual aún vivo hoy. Estudié inicialmente en la escuela Santa María de los Ángeles y luego en la escuela superior me gradué del Colegio San Ignacio.

El hábito por la lectura me influenció y fue lo que me llevó a leer cosas más interesantes y profundas. En particular, me interesé por la política y esto me llevó a leer a los clásicos como Marx y Lenin, entre otros.

En el año 2013, perdí a mi padre. Mi madre aún está viva. Y en ese mismo año, terminé siendo padre yo.

DN: ¿Cuándo te iniciaste en la política?

RB: Desde la escuela superior, cuando estaba allí en el Colegio San Ignacio. La década de 1970 era muy turbulenta; estaban los movimientos contra la guerra, la lucha de las mujeres, la lucha por definir la cultura, y en la familia siempre había alguien que era más político que me influenciaba a mí. En mi caso, había un tío que vivió en nuestra casa por un tiempo e introdujo los libros de marxismo en mi vida. Desde tercero o cuarto año de escuela superior comencé a leer libros de marxismo, de historia del movimiento obrero y cosas similares.

DN: ¿Y los jesuitas influenciaron en tu educación política?

RB: En ese momento no lo pensé, pero mirando retrospectivamente creo que había algunos que eran parte de una teología de la liberación y algo tienen que haber hecho. Pero para mí lo más importante lo fue el entorno en el cual yo me moví, que me influenció.

Ahora bien, una persona que si me influenció lo fue Félix Córdova, quien era el hermano mayor de un compañero de clases en San Ignacio, Javier Córdova. Entonces Javier, que me veía hablar de temas políticos y citar libros complejos, le dijo a su hermano que había alguien que leía cosas como las que él leía. Félix, que es 12 o 14 años mayor que nosotros, se interesó por mí y por ayudarme a desarrollar políticamente. Así que trabamos una amistad, hasta el sol de hoy. Félix enfatizaba que había que leer los textos originales, no la crítica. De esa forma, comenzó mi formación.

El primer grupo político que yo participé lo fue el Proyecto de Educación Social que existió del 1975 al 1977, donde estuvieron Félix Córdova, Neftalí García, entre otros. Luego me fui por ocho años del País, aunque en el 1981 otros compañeros y yo fundamos el Taller de Formación Política que duró hasta el 2008.

DN: Las organizaciones donde participaste eran de izquierda contestataria, pero no político partidistas, ¿cuál es el cambio en el PPT?

RB: El Taller de Formación Política fue un proyecto de investigación. Publicamos varios libros, los cuales han sido investigaciones históricas muy importantes. Al caer el campo socialista de Europa del Este, nosotros nos planteamos cómo pensar el socialismo a partir de una organización llamada Frente Socialista, la cual en este formato duró del 1990 al 2008, cuando unos compañeros nos salimos de este y con otros fundamos el Movimiento al Socialismo (MAS).

El MAS constituye un junte de personas afines que creemos en el socialismo. Este nos permitió constituir un bloque común de personas y luchas afines. De ahí el paso lógico, una vez se analizó que personas afines existen dentro del movimiento socialista como dentro de otros movimientos sociales y políticos, es lo que dio paso en el 2012 ha constituir el Partido del Pueblo Trabajador. Por eso decidimos insertarnos en el proceso político electoral.

Nosotros llegamos a la conclusión que cada vez más hay personas que no aceptan el estatus quo y están buscando una alternativa que sea atractiva, comprensible y que les permita poder criticar y construir un país nuevo. El PPT es un partido que le permite a la gente seguir siendo a nivel individual socialistas e independentistas como en mi caso, pero también a los autonomistas o estadistas participar. Lo que estamos es en la defensa de un programa común. Lo que sí aclaro es que nuestro programa político no es único de nosotros. Es similar al de los españoles o los griegos que se oponen a sus gobiernos.

Nosotros apenas logramos inscribirnos en junio de 2012, y de ahí montamos un partido, el cual me seleccionó como candidato a gobernador.

DN: ¿El PPT es una izquierda amplia dentro de las múltiples izquierdas?

RB: Sin lugar a duda, nosotros dialogamos más con los sectores del independentismo. Por eso es que no tenemos mayores diferencias con el Movimiento Unión Soberanista (MUS) o con el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP). No obstante, para estar en el PIP o en el MUS, usted tiene que ser independentista o soberanista. Para estar en el PPT, usted no tiene que serlo. Pero como ellos, nosotros nos oponemos al neoliberalismo, al discrimen contra la mujer. Nosotros somos realmente hablando un partido internacionalista, no afiliado a la Cuarta Internacional (Trotsky), aunque algunos como yo sí podemos sentir afinidad con la misma. El PPT en este sentido es autónomo, aunque es internacionalista y coincide con los movimientos antineoliberales del mundo.

DN: ¿La experiencia de correr para gobernador cómo te influenció?

RB: Una de las más obvias es que la propia campaña te mueve a modificar cómo se explican las cosas. Uno aprende a explicar en poco tiempo asuntos muy complejos. Por ejemplo, tienes un minuto para explicar cómo resolver los problemas económicos de Puerto Rico.

Ahora bien, aprendes a elaborar un lenguaje de izquierdas de forma sencilla para poderlo explicar a personas que no vienen de esta tradición política. Por ejemplo, cómo explicar que el neoliberalismo es malo si la mayoría de la gente no lo entiende. Entonces, uno comienza a explicarlo a partir de las privatizaciones, la pérdida de los derechos salariales y así. Entonces, la gente lo entiende a uno si se aprende a explicar de forma más fácil.

Lo otro que me gustó mucho fue la posibilidad de poder dialogar, conversar, con personas que de ordinario uno no conocería. Con personas en particular que son afines a los ideales del PPT y de las creencias que uno ha justificado desde la izquierda.

DN: ¿Cómo transformó la candidatura tu vida, como ser humano?

RB: Bueno (se ríe). No me transformó mi calidad de ser humano. Sigo siendo el mismo, pero lo que sí me afectó fue estar 24/7 en todos los asuntos que requerían una reacción. Afecta también que te conviertes en figura pública dentro de la campaña, pero esto perdura al día de hoy. La gente en la calle te para que escuches sus problemas.

DN: ¿Cómo ves el País hoy?

RB: Lo veo muy mal. A un año del gobierno de Alejandro García Padilla nuestras predicciones se confirman. La gente espera un cambio significativo y votó por lo que conocía (el Partido Popular Democrático), pero estos no han podido hacer milagros. No obstante, reconocemos que han hecho cambios positivos, como la legislación en torno a la cuota y la UPR o los derechos para la comunidad LGBTT. Pero en lo socioeconómico han implementado una agenda neoliberal con la cual discrepamos.

Aquí se van más de $35 mil millones de ganancias anualmente, con las cuales no hacemos nada. Hay un estado de negación en torno de la deuda, y aquí es uno de los únicos países del mundo que no se busca una solución al problema de la deuda. Aquí no se ha buscado negociar con los bonistas, lo cual es terrible.

Hay que impulsar un nuevo proyecto de desarrollo de país. Esto puede incluir promover nuevos tributos a las multinacionales. Si se van, pues se van, pero mientras estén aquí deben contribuir, por vía de la reinversión en las necesidades nacionales.

DN: ¿Qué ha pasado con el PPT en este año?

RB: El PPT ha estado muy activo, por un lado en el proceso de reinscribir el partido ante la Comisión Estatal de Elecciones. Por otro lado, hemos presentado una serie de propuestas legislativas que incluyen un Plan Universal de Salud, reformas más específicas al proceso de descriminalización de las drogas y otras propuestas concretas en torno a los derechos de los empleados en Puerto Rico. En particular ampliar los derechos de maternidad, extendiendo los mismos a 12 semanas, incluir el remedio de restitución ante despidos injustificados, y un proyecto para restituir la paga doble cuando se trabaje los domingos. Esta medida sí se ha tomado en serio.

DN: ¿Cómo fue la experiencia de participar en el Frente Amplio y la Mesa Amplia de Diálogo?

RB: Me parece que la experiencia de 2012 en cuanto concertar un frente amplio contra el referéndum del 19 de agosto (reformas constitucionales), y desde esa mirada, fuimos exitosos. Luego en las elecciones hubo variantes, a través de la Mesa Amplia de Diálogo. Pero la experiencia de colaborar, de forma coyuntural y puntual, es importante. Lo que pasa es que todas las organizaciones, incluyendo el PPT, son vehículos para hacer cosas. Pero no son permanentes ni perpetuos.

En esta medida podríamos explorar impulsar candidatos de otros partidos afines en puestos de alcaldías o legisladores regionales. Nosotros ya lo hicimos, apoyamos candidatos del PIP, del MUS e independientes. Esto lo podríamos volver hacer. Lo que pasa es que apoyábamos otros partidos, pero no una concertación. Pero nada está escrito en piedra. Aún no hemos llegado al 2016 y el PPT aún no ha decidido muchas cosas, incluso quiénes serán sus candidatos. Nosotros estamos abiertos a todo tipo de posibilidades y colaboraciones.

DN: ¿Volverías a la política partidista?

RB: (Se ríe). Bueno, yo estoy disponible para el 2016. Pero no para toda la vida. Esto drena mucho, pero la inversión en crear una imagen debe tener alguna continuidad. Ya hay una fuerza acumulada con la cual podemos contar para las próximas elecciones. En esta medida, estoy dispuesto a ser nuevamente candidato a gobernador, pero solo una vez más.

DN: ¿Luego de haber pasado las elecciones, que es lo que más ansías o valoras en tu vida diaria?

RB: Yo soy profesor universitario e investigador y esto me gusta mucho. A mí me gustan mis libros. Mi trabajo académico es mucho más reflexivo. El trabajo de político es reactivo, tienes que tener posiciones inmediatas para todo. Yo extraño la vida más pausada y reflexiva de ser académico. El fin de la campaña política me ha permitido volver a lo que me gusta, pero ya no es igual, pues todos los días me llaman los periodistas para que reaccione. Ahora convivo en los dos mundos. Cuando tengo tiempo, leo la novela que escribo, pero lo suspendo para hacer un artículo sobre las pensiones de los maestros y las maestras.

Ahora [a partir de 2013] vivo para apreciar la vida, ante la muerte de mi padre y la llegada de un hijo, que me ha ayudado a cambiar mi perspectiva de todas las cosas. Tengo lo que me hace muy feliz: una compañera extraordinaria, nuestro hijo Maceo, mis libros y la experiencia de haber contribuido en la política partidista para cambiar nuestro País.

Terminó la entrevista con ese sentimiento de felicidad de haber entrevistado a un colega generacional, cuya vida y la mía se entrecruzaron en muchas ocasiones del quehacer intelectual y político, pero a sabiendas que esta era la primera vez que tomábamos tiempo para conversar. Para conversar sobre este texto narrativo llamado entrevista. Ahora bien, me quedo con la felicidad de que los diálogos que iniciamos dentro del Frente Amplio y la Mesa Amplia de Diálogos, bajo la participación del PPT, el MUS y el Partido Puertorriqueños por Puerto Rico (PPR), sirvieron para afianzar una cultura de colaboración entre partidos políticos, no ya movimientos sociales o formaciones políticas, sino a partir de partidos que técnicamente compiten en los procesos electorales.

Será porque Cuba, a fin de cuentas, es la gestora de una modernidad caribeña muy particular. Cuba, siempre líder. Pero no fue un hecho insignificante que a su primer hijo le dieran por nombre Maceo. Se trata de la continuidad de un pensamiento, no sin contradicciones, que permite enarbolar siempre la bandera de la libertad, la igualdad y, sobre todo, la justicia social. Qué sean estos los pilares de la obra por la cual continuaremos siempre admirando el trabajo intelectual y político del compañero Rafael Bernabe.