Hay todo un mundo de cine insertado en las redes sociales al cual pocas veces le prestamos atención. Sobre todo si se encuentra en YouTube, lugar al cual frecuento poco para ver películas. Pero, sea por lo que sea, me topé con la película Amar no es querer (Dir. Guillermo Barba, México, 2011), que por su gran calidad fílmica merece ser examinada.
Esta película narra la historia de un matrimonio, tal vez típico, entre Jackie (Adriana Louvier) y Samuel (Tony Dalton). Así las cosas, a pesar del amor inicial en la vida matrimonial, la relación de pareja en la cual no hubo hijos, comenzó a ser disfuncional, al punto que en vida y razón ambos sentían que no iban para ningún lado como pareja. Entonces Samuel tiene un accidente de auto y sucumbe a un profundo estado de coma e inconsciencia. El tiempo pasa, Jackie se aburre y regresa a tiempo completo al lugar preferido de ella: un hospital para niños en estado terminal con cáncer.
Como era de esperar, en el hospital Jackie conoce a Mauro (Adán Canto), un apasionado joven médico. Se enamoran y comparten hasta que comienzan a vivir un romance entre ellos. Todo va súper bien y, de repente, Jackie siente que Mauro es el hombre de su vida. Esta parte de la película transcurre así, hasta que Samuel despierta de su estado comatoso y Jackie decide dejarlo. Importante decir que Samuel despierta con amnesia y no recuerda ni quién era su antigua esposa. Según el guión nos encontramos transitando en una ocurrente película mexicana, la cual representaba aquella bella época dorada de dicho cine, según se transmitían en Puerto Rico todos los sábados en Telecine Mexicano.
Ahora bien, no sabemos cómo y por qué, pero Jackie va a visitar a su padre a otro estado en México, y toma un avión para llegar a su destino. Como se podrán imaginar, el pasajero que se le sienta al lado, y de verdad no sabíamos el motivo de este en su viaje, es nada más y nada menos que su exmarido ahora en rehabilitación, Samuel. Entonces como toda buena película que no es de Hollywood, entre Samuel y Jackie se inicia un diálogo interesante, no a partir del “perdón te fallé”, sino a partir de un nuevo encuentro en el cual ella vive sorprendido que el nuevo Samuel desea ser un mejor hombre y se esfuerza en comprenderla. Casi al final de la película, Jackie descubre que quiere a Mauro, pero que no lo ama.
Ahora bien, lo que la película no me explica bien, salvo que nos remontemos nuevamente a la era de Telecine Mexicano, es cómo y por qué Samuel se convirtió ahora en un buen ser humano, y de igual forma por qué Jackie ahora lo acepta. Son intrigas y enigmas que la película trae y que nadie me puede explicar con claridad.
La película tiene un guión entretenido, buenas actuaciones y gozó de un presupuesto adecuado para su realización. En esta medida, ya sea vía YouTube o en el cine, se trata de un trabajo que merece ser visto. Ahora bien, donde uno puede tener diferencias es si la vida emocional se puede simplificar de esta forma, de no te quiero y sí te amo. No obstante, reconozco que la vida como nos la contó Geoffrey Rush en la película Shine (Dir. Scott Hicks, Australia, 1996) es un misterio... un misterio.
En fin, si no tiene nada que hacer, se desveló y tiene la compu prendida a las 2:00 a.m., véanla y disfrútenla.