La banalidad de nuestro liderato obrero

Economia Solidaria


El senador Aníbal José Torres ha propuesto reducir los bonos de navidad en las corporaciones públicas entre otras medidas. Al ser entrevistado al respecto el presidente de la UIA, Pedro Irene Maymí, dijo que dicha medida era lamentable. En primer lugar parecería razonable que un presidente de una unión se manifiesta contrario a dicha propuesta. No es posible imaginar que esos bonos de navidad no hayan sido negociados como parte de un convenio colectivo por lo tanto su reducción consistiría. Si es así, una violación a dicho convenio. El problema es que dicho presidente de la UIA dijo que era lamentable porque esos senadores no se presentaban a trabajar y eran improductivos. No solamente se refirió a recientes noticias respecto a la asistencia de los senadores a sus labores sino que propuso que la alternativa para no reducir los bonos de los empleados de las corporaciones públicas era cerrar el Capitolio. Y ahí perdió credibilidad el líder obrero.


Nuestra clase obrera se ha quedado sin voces reales que defiendan sus intereses. El liderato obrero está demasiado inmiscuido en el debate partidista para poder representar a su clase adecuadamente. Por un lado, tenemos un liderato que ha sido incapaz de responder articuladamente ante los retos de los cortes, bajo la administración Fortuño y bajo la de Alejandro García Padilla. Hay una sequía intelectual en relación a las propuestas de dicho liderato. No se organizan, de hecho durante el tiempo de la ley 7 ese mismo liderato se alió a Tomás Rivera Schatz supuestamente para proteger lo que quedaba. La realidad es que se aliaron tratando de protegerse de lo que les venía encima por ser uniones obreras. Ante esta realidad tenemos que preguntar cuál será la alternativa para la clase obrera.

Otro de los problemas es que no existe, no sé si existió alguna vez, una conciencia de clase por parte de los trabajadores. Esta ausencia impide que puedan verse enfrentados a un gobierno con el cual su liderato hace tiempo que está en concubinato. Pero también ese sector de la clase obrera se ha identificado con los objetivos del partidismo local asumiendo que el asunto central del debate político es el estatus. Este debate drena las posibilidades de crear un movimiento obrero diverso, ágil, democrático y proactivo. Tenemos un liderato obrero anquilosado, esperando que les llegues los donativos, las prebendas y los favores. Tenemos una clase obrera que duerme el sueño de los justos.

Próximamente se celebrará la imposición de la ciudadanía estadounidense en Puerto Rico. Un gran sector de la clase obrera saldrá a celebrar con el PNP olvidando las estrategias del poder para mantenerles fuera de la participación real en la administración pública. La clase obrera se volverá a dividir, unos a favor otros en contra. Da igual, al fin y al cabo volverán a redil. Ovejitas amaestradas sometidas a un liderato que la única propuesta que tiene es cerrar el Capitolio y unos partidos que sólo manipulan sus miedos ancestrales para mantenerles dentro del rebaño. Y ante este cuadro seguiremos viendo la banalidad del liderato obrero.