Sigue en nuestros cines puertorriqueños, ha dado de qué hablar y ha puesto en el radar de la creación artística otro proyecto cinematográfico para el disfrute de todo(a)s. Se trata de Hugo, Paco, Luis y tres chicas de rosa, coproducción entre Puerto Rico y Argentina, que se estrenó en la isla el pasado mes de febrero.
El Post Antillano tuvo la oportunidad de conversar, cibernéticamente, con el argentino Nicolás Pauls, actor principal de esta historia de amor, sobre su personaje y su perspectiva de este esfuerzo.
“Hugo es un profesor de literatura inglesa que padece una enfermedad terminal. Es por
eso que decide acabar con su vida de una forma poética, arrojándose al mar desde un faro”, indicó el protagonista.
Este individuo, decidido a culminar con su frustración existencial, se enlaza en el camino con otro transeúnte, para pedir ayudar al momento de lanzarse, pues le tiene miedo a las alturas.
“Desde ese momento, suceden cosas que lo alejan de la idea original, pues, a partir de conocer a quien le dará el empujón (Paco), y a las tres chicas de rosa, su vida gris comienza a colorearse”, manifestó.
La producción contó con diversos escenarios para el rodaje, que incluye espacios en Puerto Rico, Argentina y California. Sin embargo, la magia de la pieza radica en que no está limitada a un espacio geográfico, pues no se define durante el desarrollo de la trama.
El elenco principal lo conforman los puertorriqueños Fernando Tarrazo, Sandra Teres y Cristina Sesto; y desde Argentina, Agustina Lecouna y Ezequiel Stremiz.
Para Pauls, uno de los grandes aciertos de esta unión fue, precisamente, la integración de talentos isleños y argentinos.
“Fue una de las experiencias cinematográficas más maravillosas que viví. Hubo, y sigue habiendo, una camaradería total con todo el equipo, como nunca me había sucedido”, aseguró.
Asimismo, añadió que al conocer este conglomerado artístico, afirmó que “son pensadores de la cultura necesarios en una época en donde, como civilización, debemos despertarnos”.
Entretanto, la magia del filme, como expresó Pauls, opera en la inexistencia de límites entre países.
“Así como a veces me gusta cocinar con muchas especias me gusta que las cosas se mezclen, que no haya fronteras o que construyamos una entre distintas formas de pensar, de hablar y observar el cine”, puntualizó.
A su vez, acotó que las coproducciones nutren las miradas y muestran diferentes formas de realizar las ideas y de encontrar un vocabulario que una a las personas de habla hispana.
“Me siento compatriota de mis camaradas puertorriqueños y espero que sea el comienzo de una larga sociedad de creaciones”, concluyó.
La iniciativa contó con el apoyo de la Corporación de Cine de Puerto Rico y se exhibirá en Argentina a principios del verano. Asimismo, recibió una invitación al Festival de Cine Global Dominicano y al Festival de Cine de Chicago.
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