Querido Pueblo de Puerto Rico,
Quisiera tomar un poco de su tiempo para hablar sobre un asunto crítico en nuestro país, que por su importancia, todos debemos estar correctamente informados para tomar las decisiones serias y sabias, que nos afectarán a todos y hasta nuestras próximas generaciones. Hago referencia a la situación energética de nuestro país, donde lamentablemente, muchos de los que le corresponde tomar las decisiones para el bienestar de Puerto Rico, o no están debidamente informados o están brindando información incompleta al país.
Llego a esta conclusión, luego de ver las vistas públicas televisadas en el Senado sobre el asunto en cuestión en el 14 y 15 de enero de este año 2014. Es muy preocupante que por razones políticas o personales se tome una decisión inmediata, desde el error o con hechos incompletos, y se nos añada una carga económica innecesaria, a todos nosotros el pueblo de Puerto Rico.
Tanta fue la falta de información en esas vistas televisadas, que inmediatamente tuve que leer las Resoluciones R. del S. 599 y R. del S. 600 de noviembre del 2013, cómo el proyecto del Senado P. del S. 837, 838 y 839 de noviembre del 2013. (Los enlaces a dichos documentos están disponibles, junto a otros, más adelante en este documento PDF).
A continuación leerán la primera parte de un informe (de cuatro partes, vean la tabla de contenido) donde se presentará evidencia derivada de enlaces de diferentes portales con acceso global, la mayoría siendo de agencias gubernamentales, incluyendo el Congreso y Gobierno de los EEUU bajo la Administración de Información de Energía (por sus siglas EIA - la misma fuente que citan los Proyectos del Senado 837 y 839, aunque lo traducen arbitrariamente como Administración de Información Energética; más adelante se indican enlaces), la Agencia de Protección Ambiental (EPA), Universidades de Berkeley, Iowa, Utah, de la AEE y ramas legislativas, fuentes de noticias en EEUU y Puerto Rico, e informes del gobierno de Brasil e investigación de la Universidad de Brasilia, donde abundan y aclaran varios de los puntos que actualmente están en discusión (dentro y fuera de las resoluciones y proyectos antes descritos).
En algunas instancias la información que se les proveerá contrastan y/o levantan interrogantes serias sobre la información incompleta, hasta mal redactada, que motiva a la legislatura para tomar acción y se ventila en los medios de comunicación de nuestro país.
No pretendo acusar de que se le está mintiendo al país, sólo que se está presentando una verdad a medias. Y soy uno de los muchos puertorriqueños, que desde pequeño le enseñaron que decir que una media verdad era igual a mentir, porque induce al error. No antes me presento, ya que no pretendo escribir desde el anonimato y no aceptar la responsabilidad que esto conlleva; más que no pretendo dar paso a especulaciones innecesarias; pero lo hago reconociendo y aceptando el costo personal, laboral y político a la cual me enfrentaría por salir públicamente a corregir la información ya diseminada. En fin, si no se levantan banderas a tiempo teniendo los datos a la mano, ante lo que aparenta ser un gran error a cometerse que podría costarle innecesariamente a nuestro país, convertiría a uno en cómplice.
Mi nombre es Robert García Cooper, perito electricista colegiado, aficionado al arte y servidor público con doce (12) años de servicio en la Autoridad de Energía Eléctrica, ocho (8) de ellos como Electricista Industrial de Centrales Termoeléctricas y dos (2) como Electricista especializado en las Mediciones Eléctricas, en el Centro de Estudios de Medición. A eso le añado lo más importante, soy un ciudadano común y corriente, nacido y criado en Puerto Rico que, al igual que todos, soy un consumidor de energía eléctrica que simplemente se ha dado a la tarea de investigar este asunto a fondo para responsablemente compartirlo, antes de que se cometa un error que sea difícil de remediar.