En el 2010 nos unimos para proteger la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, ¿la razón?: la práctica autoritaria de Ana Guadalupe.
Recuperamos la esperanza cuando se le pidió la renuncia. Pensamos que al fin en el Recinto de Río Piedras, bajo una nueva Junta de Gobierno y un nuevo presidente, iban a predominar estilos de amplia participación.
Despertamos en la angustiosa realidad de que el proceso de selección del nuevo rector o rectora no se ha abierto a la más amplia participación de los diversos sectores que componen la Universidad.
El debate académico que debe ser el centro de esta selección no se ha dado. Dos candidatos potenciales al puesto han sido atacados en los medios de comunicación, inclusive en el ámbito personal, para evitar que participen en igualdad de condiciones en el proceso. Con este tipo de campaña se pretende generar temor en aquellos que no apoyan una de las dos candidatas a rectora.
Se ha montado una campaña pública para impulsar una candidata que no reúne los requisitos de apertura al diálogo, a la participación amplia y la defensa de todos los componentes académicos de la Universidad. Una de las candidatas es poco conocida. La otra es la persona que fue nombrada a ocupar la posición de decana de Ciencias Sociales por Ana Guadalupe y tiene sus mismas prácticas autoritarias de funcionamiento.