(San Juan, 9:00 a.m.) En las últimas elecciones del año 2020 el Partido Independentista Puertorriqueño y Victoria Ciudadana obtuvieron casi el 30 por ciento de los votos, lo que constituye casi una tercera parte del electorado. Las sólidas argumentaciones y la preparación del licenciado Juan Dalmau, junto al trabajo de la senadora María de Lourdes Santiago, lograron subir el por ciento de votos del PIP, unido esto a una propuesta económica que se enfrentaba a medidas de austeridad, los recortes a las pensiones, al cierre de escuelas, la violencia hacia las mujeres, el discrimen por género, la crisis alimentaria, las leyes de cabotaje que nos mantienen en un embargo económico y a la Junta de Control Fiscal impuesta al archipiélago que es Puerto Rico, ofreciendo una agenda que sacara al país de la pobreza y del colonialismo. Este último, ha dicho el juez internacional Baltasar Garzón es una crasa violación de derechos humanos. Solo existen pocos países sin soberanía en el mundo.
Por otra parte el Movimiento Victoria Ciudadana, promovido por la socióloga Marcia Rivera, entre otras personas, y que cuenta con un gran líder, Miguel Natal, unió a independentistas, estadistas y otros anticolonialistas con una agenda similar que defendía las tierras agrícolas y las ecológicas. La tierra es nuestra y no de corporaciones foráneas.
La agenda de ambos movimientos tiene puntos en común con la propuesta de las dos entidades políticas como lo son la defensa del medioambiente y del desarrollo sustentable, los reclamos de la juventud, sector muy ignorado; un desarrollo humano sostenible que elimine la corrupción causada por la pobreza y otros males. La protección de las tierras laborables o cultivables para obtener la soberanía alimentaria que ambos, Victoria Ciudadana y el Partido Independista proponen es urgente.Recordemos que solo el 15% de lo que consumimos se produce en Puerto Rico. El resto es importado y podríamos tener problemas en caso de que se repita alguna pandemia que como el COVID produzca carestía de alimentos. También hay que proteger las tierras ecológicas e invertir en una diversidad de cultivos agrícolas y el salario de los trabajadores agrarios. Hay que derogar, por esta razón, las Leyes de Cabotaje que encarecen los alimentos de Puerto Rico y todos los productos importados.
Todavía tenemos que exigir la reclamada auditoría de la deuda externa y la eliminación de la deuda ilegítima. Diferentes entidades y personalidades mundiales se han expresado a favor de que se condonen estas deudas, entre ellas la propia Iglesia Católica y personas de los demás partidos políticos como el Proyecto Dignidad.
