El 27 de julio de 1791, a los dos años y cuatro meses de haber comenzado la presidencia de George Washington, un grupo de ciudadanos se reunió en las facilidades delantiguo fuerte Piedra Roja en el condado de Fayette en Pensilvania para organizar las acciones a tomar en cuanto a la ley federal que le impuso un impuesto a las bebidas alcohólicas. Los protestantes a esta políticaargumentaban que la guerra de independencia se había luchado, entre varias cosas, por las imposiciones financieras que el gobernante continuamente establecía.
A partir de ese momento se realizaron una serie de protestas pacíficas que no dieron el resultado esperado más allá de la reducción de un centavo en el impuesto. De manera inicial, el arbitrio según la categoría de producción era de 6 a 9 centavos por galón, favoreciendo a las grandes destilerías. Las autoridades federales fueron agresivas, especialmente con los pequeños productores quienes tenía que pagar las cuotas más altas, ya que su volumen tendía a dejar menos ganancia.