Durante los pasados días se ha anunciado que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas decidió referir nuevamente a un comité encargado de examinar toda solicitud de ingreso de nuevos miembros a dicho organismo internacional el examen de la solicitud presentada por Palestina en el 2011. Palestina, que goza actualmente del estatus de “Estado Observador No Miembro”, ha reiterado el reclamo de ser admitida como miembro pleno del organismo internacional. La Embajadora de Malta ante la ONU, Vanessa Frazier, quien preside el Consejo de Seguridad, ha indicado que las deliberaciones deben llevarse a cabo durante el mes de abril. Se ha mencionado como fecha probable el 18 de abril.

De acuerdo con la página electrónica de las Naciones Unidas (Noticia ONU) de 8 de abril de 2023, se señala que la embajadora de Malta expresó:

“El Comité (de Admisiones) tiene que deliberar dentro del mes de abril y todos reconocemos que cualquier miembro del Consejo puede decidir presentar una resolución de adhesión para que se vote en cualquier momento, como es el procedimiento del Consejo.”

El comité lo conforman representantes de todos los países integrantes del Consejo de Seguridad, quince en total, de los cuales sólo tienen poder de veto Estados Unidos, Francia, Reino Unido de la Gran Bretaña, República Popular China y la Federación Rusa. El poder de veto supone que su mero ejercicio por parte uno de estos países con tal prerrogativa, derrota cualquier propuesta aprobada por la mayoría requerida del Consejo de Seguridad o por el resto de los países en el seno de la Asamblea General. Francia, el Reino Unido de la Gran Bretaña y España han manifestado apertura a considerar la propuesta aunque en el caso de los primeros dos, no han comprometido su posición en favor del voto por el ingreso de Palestina al organismo mundial.

Continúa indicando la página noticiosa de la ONU lo siguiente:

“Si el Comité emite una recomendación unánime se produciría una votación que requiere al menos nueve votos a favor y que no haya ningún veto de los cinco miembros permanente con derecho a veto…

Sólo si se superara esa fase, se enviaría la recomendación de reconocimiento de Palestina a la Asamblea General donde se requiere una mayoría de dos tercios de los 193 países miembros.

La petición de Palestina la gestionó su embajador ante la ONU, Riyad Mansour. Llega en el momento en que la ofensiva israelí sobre Gaza entra en su séptimo mes.

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Texas, uno de los estados de mayor importancia en la Unión estadounidense (segundo en población, en territorio y en poder económico), fue en un momento dado una república independiente. Este acontecimiento ocurrió entre el 2 de marzo de 1836 y el 29 de diciembre de 1845.

El territorio texano fue reclamado y colonizado por la Corona española desde que Alvar Núñez Cabeza de Vaca, uno de los conquistadores y aventureros castellanos, arribó a sus costas en 1528. En lo que restó del siglo XVI se realizaron otras expediciones, pero ninguna terminó estableciendo una colonia formal. Se debe indicar que hasta los franceses intentaron ocupar el territorio. Luego, bajo el gobierno del Virreinato de Nueva España (también perteneciente a la Corona española), comenzado el siglo XVIII se realizó el proceso de colonización de los territorios texanos. Con la independencia de México, Texas pasa a ser parte de esta nueva entidad soberana hispanoamericana. 

Dado a que el territorio texano era uno amplio y de poca densidad poblacional, luego de establecido México como país independiente, se comienza un proceso migratorio que llevó a miles de colonos estadounidenses a comprar tierras y establecerse dentro del territorio mexicano al norte del Río Bravo. Los planes y coordinaciones de este movimiento poblacional ya se estaban gestando durante los últimos años del Virreinato. Se estima que de 3,200-3,800 habitantes en 1825 la población subió a casi 40,000 habitantes en 1835, siendo casi el 67% ciudadanos de origen estadounidense, quienes a su vez tenían una población esclava que representaba casi el 13% de la población total. Recordemos que las poblaciones indígenas no eran contadas en estos censos y hasta cierto punto, bajo la mirada de las élites mexicanas y de la población angloamericana ni siquiera eran considerados como seres humanos.

Las tensiones entre angloamericanos y las autoridades mexicanas fueron aumentando desde un principio dadas las condiciones que se les daba a los nuevos pobladores para establecerse en el Texas mexicano: convertirse al catolicismo, demostrar tener capacidad moral, castellanizar los nombres anglos y contar con recursos económicos. Los nuevos migrantes recibieron la ciudadanía mexicana.

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El primer europeo en pisar de manera oficial, luego de comenzado la llamada empresa colombina en 1492, territorio continental del actual Estados Unidos, fue Juan Ponce de León, quien salió de las costas de San Germán, en Puerto Rico, un 13 de marzo de 1513, en busca, según la leyenda, de una fuente de la juventud. Ponce de León llegó a la península de la Florida en 1513. Aunque el mito nos habla de la fuente de la juventud, la realidad es que Ponce de León, en 1512, recibió una cédula real para ir a explorar y colonizar las islas de Bimini (actual zona occidental de Bahamas). Recordemos, que al igual que los demás conquistadores del momento, Ponce de León tenía el mandato de seguir explorando y colonizando nuevas tierras. Esta cédula nos demuestra la confianza que la Corona tuvo en la figura de Ponce de León, ya que anterior a ser considerado,Bartolomé Colón había solicitado esta empresa. Las diferencias de la familia Colón con Fernando de Aragón y la postura de Ponce de León a favor del monarca, dieron a este último una ventaja.

Antes de continuar, se debe señalar que, según Garcilaso de la Vega, un esclavista, cazador de nativos, Diego de Miruelo, por accidente había llegado a la península de la Florida, aproximadamente entre 1510 a 1511, mientras se encontraba en una de sus correrías por las Bahamas. Esto reforzó la idea de emprender una expedición a la zona.

Regresando a la expedición de Ponce de León, esta consistió entres embarcaciones y unos 65 hombres (algunas fuentes hablan de 200). El 2 de abril de 1513 avistan las costas continentalesatlánticas y al día siguiente desembarca en un lugar que desconocemos, pero que algunos localizan al norte del actual Daytona Beach. Los exploradores continuaron su exploración hacia el sur de la península y luego bordearon parte de la costa occidental, ya en el actual Golfo de México. Ponce de León regresa a Puerto Rico y decide ir a Castilla para asegurar sus derechos sobre las nuevas tierras.

En el ir y venir de los acontecimientos, no es hasta el 1521 que Ponce de León tiene la oportunidad de zarpar nuevamente hacia la Florida. Se debe mencionar que, en el tiempo transcurrido entre el primer viaje y el segundo, la península de Florida fue visitada por cazadores de nativos con el motivo de esclavizarlos, dado a la necesidad de mano de obra para el funcionamiento del sistema económico colonial y a la justificación de que el nativo salvaje era caníbal.

Este segundo viaje fue todo un desastre para el conquistador de Boriquén. Ponce de León zarpa el 20 de febrero de 1521 con dos embarcaciones y unos 200 acompañantes. Tan pronto llegan a la Florida comienzan el proceso de establecer un asentamiento, pero los nativos, cansados de las continuas correrías de los cazadores castellanos, la embisten contra el nuevo grupo de invasores. En uno de los enfrentamientos, Ponce de León es herido con una flecha. Dentro del mito se habla de que esta estaba envenenada como si una flecha regular no pudiera ser la causa de una infección que lleve a la muerte al herido, tal como pasó con el primer gobernador de San Juan Bautista (hoy Puerto Rico). Los conquistadores tuvieron que regresar a Cuba y en julio del mismo año Ponce de León muere.

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Grabado de 1885 representando la llegada de Juan Ponce de León a la Florida en Hezekiah Butterworth, Poems for Christmas, Easter, and New Year’s, Boston: Estes and Lauriat, 1885.

El primer europeo en pisar de manera oficial, luego de comenzado la llamada empresa colombina en 1492, territorio continental del actual Estados Unidos, fue Juan Ponce de León, quien salió de las costas de San Germán, en Puerto Rico, un 13 de marzo de 1513, en busca, según la leyenda, de una fuente de la juventud. Ponce de León llegó a la península de la Florida en 1513. Aunque el mito nos habla de la fuente de la juventud, la realidad es que Ponce de León, en 1512, recibió una cédula real para ir a explorar y colonizar las islas de Bimini (actual zona occidental de Bahamas). Recordemos, que al igual que los demás conquistadores del momento, Ponce de León tenía el mandato de seguir explorando y colonizando nuevas tierras. Esta cédula nos demuestra la confianza que la Corona tuvo en la figura de Ponce de León, ya que anterior a ser considerado, Bartolomé Colón había solicitado esta empresa. Las diferencias de la familia Colón con Fernando de Aragón y la postura de Ponce de León a favor del monarca, dieron a este último una ventaja.

Antes de continuar, se debe señalar que, según Garcilaso de la Vega, un esclavista, cazador de nativos, Diego de Miruelo, por accidente había llegado a la península de la Florida, aproximadamente entre 1510 a 1511, mientras se encontraba en una de sus correrías por las Bahamas. Esto reforzó la idea de emprender una expedición a la zona.

Regresando a la expedición de Ponce de León, esta consistió en tres embarcaciones y unos 65 hombres (algunas fuentes hablan de 200). El 2 de abril de 1513 avistan las costas continentales atlánticas y al día siguiente desembarca en un lugar que desconocemos, pero que algunos localizan al norte del actual Daytona Beach. Los exploradores continuaron su exploración hacia el sur de la península y luego bordearon parte de la costa occidental, ya en el actual Golfo de México. Ponce de León regresa a Puerto Rico y decide ir a Castilla para asegurar sus derechos sobre las nuevas tierras. 

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El año 1867 fue uno de turbulencias políticas que afectaron grandemente la situación política de Puerto Rico. El 7 de julio de ese año, estalla un motín entre las fuerzas de artillería que defendían la ciudad capital; el motivo, su exclusión de beneficios a los que otros componentes de esta rama tenían derecho en la Península. El gobernado de turno, el general José María Marchesi, quién mantenía un estado de alerta por la posibilidad de una revuelta, ya tenía planes preparados para la eventualidad de que se produjera algún tipo de alzamiento. Unos años antes, en 1865, España había sido expulsado de Santo Domingo, luego de dos años de guerra.

Al darse el motín de las fuerzas españolas en San Juan, se dio la excusa necesaria al gobierno colonial de comenzar a perseguir a los separatistas y liberales, que pretendían conseguir mayores libertades para la Isla. El gobernador Marchesi tenía preparado un listado de reformistas y posibles separatistas que debían presentarse a las autoridades coloniales y ser desterrados. Dentro de ese grupo se encontraban Ramón Emeterio Betances y Segundo Ruiz Belvis. Otras órdenes de destierro fueron dirigidas a Pedro Gerónimo Goyco, Julián Blanco Sosa, Carlos Eliot Lacroix, Vicente María Quiñonez, Luis de Leiras, José Aguileras, Vicente Rufino Goenaga y Félix del Monte, entre otros. En el caso de Betances y Ruiz Belvis, estos decidieron escapar antes de entregarse a las autoridades. Su plan inicial era lograr llegar a la isla de San Tomás en Islas Vírgenes, que en ese momento pertenecía al Reino de Dinamarca.

Con la ayuda de varios puertorriqueños afiliados a la causa liberal, Betances y Ruiz Belvis logran partir en una pequeña embarcación desde Guánica. Durante el viaje tuvieron problemas con la embarcación que los llevó a detenerse en el islote de Caja de Muertos. Desde allí y con la ayuda de otros liberales ponceños logran llegar hasta el hogar de Fernando y Francisco Calder, cerca de la costa de Lajas. Allí se refugian durante tres días, recibiendo colaboración de Francisco Vélez Pagán, Liborio Pagán y Buenaventura Quiñonez.

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En 1885, Joseph-Anténor Firmin, miembro de la delegación diplomática de Haití en París, publicó una obra titulada De l'Égalité des Races Humaines (Sobre la igualdad de las razas humanas). La obra fue una reacción a las ideas y teorías racistas que estaban dominando el ambiente antropológico y científico de la época y que establecían la superioridad de la raza aria sobre la raza negra y las demás existentes según se tenían establecidas. El planteamiento de Anténor Firmin era uno contrario a esta idea. Para Firmin ninguna raza estaba por encima de otra. Cada una de ellas estaba dotada de cualidades y defectos, pero no existían factores que determinaran el fracaso o el dominio de unas sobre otras. Su teoría, muy controversial en ese momento, fue dejada a un lado por los estudiosos de la época, aunque Firmin la podía sustentar con datos empíricos e históricos. Su obra quedó invisibilizada y no fue hasta casi 100 años luego que vino a resurgir y ser expuesta al mundo entero.

Firmin nació el 18 de octubre de 1850 en Cabo Haitiano, una ciudad y puerto en la costa atlántica de Haití. Su educación formal la realizó en su país natal. Allí tuvo la oportunidad de tener una educación de altura que incluyó la lectura de los clásicos, así como acceso a la literatura científica contemporánea. Su desempeño en las letras lo llevaron a ejercer de maestro a los 17 años, aunque continuó estudios en contabilidad y leyes. Laboró como empleado de la Aduana y en la empresa privada. Su capacidad humanística lo llevó a enseñar griego, latín y francés. En Cabo Haitiano, dado a su interés en la política y como miembro del Partido Liberal, fundó el periódico Le Messager du Nord. En 1879, Firmin aspiró a una posición en el parlamento nacional, pero no es elegido. En cambio, fue seleccionado para representar a Haití en la celebración del centenario de Simón Bolívar en 1883. Al año siguiente (1884) llegó a Francia como diplomático y es invitado a pertenecer a la Sociedad Antropológica de París.

En la Sociedad Antropológica de París, Firmin vivió de cerca el racismo que predomina en la comunidad científica y antropológica. De hecho, las actas de la Sociedad Antropológica evidencian que en solo dos ocasiones tuvo la oportunidad de exponer argumentos en contra del racismo. No obstante, utilizó las letras para expresar sus ideas y de allí surge una voluminosa obra que es titulada De l'Égalité des Races Humaines (De la igualdad de las Razas Humanas). En ella se establece que las razas humanas están en igualdad de condiciones y que es un mito la existencia de superioridad de alguna sobre las otras. La obra contenía sobre 660 páginas y presenta de manera empírica y con información histórica los argumentos de Firmin. De l'Égalité des Races Humaines fue recibido por la Sociedad Antropológica, aunque nunca hubo una reacción sobre ella. Firmin continuó participando en las reuniones de la Sociedad y realizando sus labores diplomáticas hasta que en el 1888 regresó a Haití.

En los siguientes años, Firmin ocupó varias posiciones en el gobierno de Haití, entre 1889 a 1891 fue ministro de agricultura y de relaciones exteriores. El papel que desempeño en el sonado caso de Môle Saint Nicolas (1891) y su defensa a la soberanía haitiana sobre los intereses estadounidense son bien reconocidos en su país. Entre 1896 a 1897, nuevamente, ocupó el puesto de ministro de relaciones exteriores, finanzas y comercio.

Es importante reconocer que Firmin era partidario a la confederación antillana. También fue uno de los propulsores del Primer Congreso Panafricano celebrado en Londres del 23 al 25 de julio de 1900.

En 1902 intentó obtener el puesto de presidente de Haití, pero no lo logra. De allí sale exiliado hacia San Tomás (Islas Vírgenes), donde muere en 1911.

La figura de Anténor Firmin es reconocida en Haití, sin embargo, algunos de sus escritos quedaron en el olvido. En el caso de la obra De l'Égalité des Races Humainesesta quedó básicamente engavetada y fueron pocas las copias que se preservaron. Carolyn Fluehr Lobban nos indica que, en 1988, mientras daba una clase sobre raza y racismo en Rhode Island College un estudiante haitiano, Jacques Raphael Georges, le preguntó si conocía la figura de Anténor Firmin. Su contestación fue en negativa, pero le llamó la atención la información recibida por el estudiante. Años luego, en 1994, Fluehr Lobban conoció a Asselin Charles, un académico haitiano que, aunque conocía a Firmin, no había visto el libro en referencia.

Con la curiosidad académica que pudiera caracterizarlos, ambos se dispusieron a tratar de encontrar una copia de la obra. Charles fue el afortunado, dado a que encontró un ejemplar en los archivos del Instituto Smithsonian. La magnitud de la obra llevó a que ambos académicos se aliaran y le hicieran conocer al mundo angloparlante las ideas avanzadas y revolucionarias de Firmin. Contrario a lo que Charles y Fluehr Lobban pensaban, la obra había sido publicada en Haití en 1968 por la editorial Panorama y en 1985 salió otra edición con Fardin, aunque ambas en francés.

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En marzo se conmemora la abolición de la esclavitud en Puerto Rico, la cual fue otorgada el 22 de este mes en 1873 en las Cortes españolas. Contrario al mito que se trató de imponer de que los esclavizados en Puerto Rico fueron personas dóciles y que el trato que se les dio fue benigno (como si la esclavitud en sí no fuera una crueldad), existe evidencia documental de las vejaciones que esta población tuvo que sufrir. También existe evidencia sobre los intentos de rebelión, los alzamientos, los escapes al monte, el cimarronaje y una gran cantidad de enfrentamientos entre los amos y sus esclavizados. 

Teniendo presente que toda esta información está dispersa, el historiador Francisco Moscoso publicó a finales del 2023 una obra titulada Inventario comentado de resistencia de los esclavos y de la lucha abolicionista en Puerto Rico, siglos 16 al 19. En la misma, se exponen diversos hitos históricos donde se documentan las acciones de los esclavizados por obtener su libertad. Los capítulos están divididos por siglos y la presentación del libro está a cargo de la historiadora Lizette Cabrera.

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En esta Navidad, 

a los niños masacrados de Gaza 

por el nuevo Herodes (Netanyahu) y 

su imperio (EEUU y UE) 

¿Cómo es posible que la mayoría de una nación (étnica), como los judíos, que nos recuerdan a cada rato el “holocausto” que sufrieron a mano de los fascistas alemanes, pueda apoyar a una dirección política (sionista) que repite los mismos métodos genocidas contra el pueblo palestino? ¿Qué explica que alguien que habla del sufrimiento que padecieron de los habitantes del Gueto de Varsovia replique y justifique exactamente el mismo campo de concentración en que Israel ha convertido a la Franja de Gaza?  

¿Cómo los descendientes judíos de las víctimas del nazismo, calificadas de “subhumanos” por Hitler para justificar su asesinato, repiten desde el gobierno israelí los mismos adjetivos contra los palestinos para pretender “legitimar” su genocidio?  

¿Los medios de comunicación de masas de todo el mundo, controlados por el lobby judío, que a cada rato sacan a relucir las cámaras de gas con que el gobierno alemán exterminaba a los asquenazis, ahora usan esas imágenes para callar cómo las tropas israelíes queman con fósforo blanco a la población gazatí, bombardean casas de civiles, matan niños a mansalva, destruyen hospitales y disparan a periodistas y ambulancias? 

El llamado “holocausto judío”, junto a otros genocidios (contra gitanos, rusos, ucranianos, etc.), que supuestamente fue la base para la proclamación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos hace 75 años, ha dejado de tener sentido.  

Nadie debería hablar de algún holocausto o genocidio, sin atenerse y exigir el respeto a los principios de esa declaración, cuyo artículo 1 dice: Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. 

Sacar a relucir a relucir el llamado holocausto para luego justificar los mismos métodos fascistas contra los palestinos significa que ese hecho ha sido convertido en instrumento ideológico del nacionalismo judío, cuya forma extrema es el sionismo, un equivalente del nacionalismo alemán, cuya variante extrema es el nazismo. 

Los nacionalismos son la ideología de la modernidad usada como instrumento de legitimación política por las clases gobernantes. El nacionalismo ha sustituido en gran parte a la religión, o la ha supeditado, como instrumento de dominio mental sobre los pueblos. Las ideologías nacionalistas toman elementos parciales y aislados de la realidad para, a partir de allí, hacer creer a la gente que pertenecen a un pueblo o nación diferenciado de los demás seres humanos. Los que hablan tal idioma, viven en tal territorio, poseen tales costumbres, se constituyen en una unidad frente a los que no poseen esas características. Esas características supuestamente les hacen diferentes y hasta opuestos a los demás. Hasta justifica odiarles y hacerles la guerra. 

Como dice Benedict Anderson el nacionalismo es una ideología construida en el siglo XIX que ha servido de amalgama a los estados modernos. Una amalgama construida sobre mitos históricos. Cada nacionalismo escarba en el pasado algunos hechos de manera arbitraria, los cubre de una narrativa épica, los eleva a epopeya y los ordena de manera que parezcan que un determinismo histórico (teleología) que desemboca en la “nación moderna”, sea la que sea.  

Por supuesto, como bien dijo Ernest Renan, “la esencia de una nación está en que todos los individuos tengan muchas cosas en común y también que todos hayan olvidado muchas cosas”. Es decir, las ideologías nacionalistas borran de su memoria histórica lo que no conviene a sus mitos. 

Anderson también cita a Gellner: “… nacionalismo no es el despertar de las naciones a la autoconciencia, inventa naciones donde no existen”.  

Lo cual viene a pelo con el mito del “antisemitismo” por el cual cualquier crítica a la política racista y genocida de Israel se le denuncia como si se tratara de una persecución antijudía (antisemitismo). Pero resulta que la mayoría de los judíos ortodoxos que emigran a Israel como colonos y matan palestinos, no son semitas. Son askenazis, un pueblo europeo que, en la Edad Media, se hizo judío, pero no son descendientes de los hebreos del Antiguo Testamento. 

En cambio, los palestinos, como los árabes en general, al igual que los judíos sefarditas, sí son semitas, descendientes (míticos) de Abraham, a través de su hijo Ismael, si nos atenemos a la Biblia. Los judíos askenazis, por la vía de la ideología sionista, han sido convencidos de que ellos son semitas y los palestinos no, cuando la verdad histórica sería completamente la opuesta. 

Lo que es inadmisible es que los gobiernos alemán y francés, que deben saber de historia, por culpa de la mala conciencia nazi que les queda a los alemanes, y los crímenes cometidos por Francia en Argelia, pretendan prohibir las banderas palestinas como emblemas “antisemitas”. Con esto los gobiernos europeos no se libran de su responsabilidad moral con los fascistas que los gobernaron y sus actos, sino que están renovando esa ideología racista ahora contra palestinos en particular y contra árabes y musulmanes en general. 

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