Voces Emergentes

En mi tercer viaje a Europa, hace cuatro décadas, fui a Grecia deseando conocer el Partenón y la Acrópolis, de los que tanto había oído hablar. Tras recorrer Atenas y viajar a Aegina, la isla más cercana a la península griega, fui a Delfos, donde estuvo el célebre oráculo en la ladera del monte Parnaso, que se considera la patria simbólica de los poetas, y se ha usado para titular recopilaciones de autores de las más prestigiosas obras artísticas y literarias. Fui a la estación de autobuses de Atenas y abordé un ómnibus rumbo a esa zona.

Puerto Rico ha sido tierra de valientes, Pachin Marín murió luchando en la manigua cubana, Lola R. de Tió arriesgó su vida y su libertad al defender a los autonomistas presos, y  predicar la independencia en época del terror junto a su marido el periodista Bonocio Tió. Baldorioty no claudicó, cuando trataron de sobornarlo en el Morro, para que dejará de predicar el autonomismo y disolviera el partido, cuando le contestó a los militares, “antes me cortaría la mano, que firmar esa indignidad,  si salgo de aquí vivo se lo predicare a los hombres, y si los hombres le temen , se lo predicare a las mujeres y a los niños”.

Fue durante los días de la revolución industrial, a fines de siglo XIX, cuando se incorporaron al mundo del trabajo numerosos obreros, inclusive niños y niñas. La prensa había  tenido un gran desarrollo debido al crecimiento de  los lectores en el mundo y se produjo un mayor acceso a libros y revistas, según  la Historia de la lectura en el mundo occidental de Roger Chartier. Una de las primeras obras obreras del siglo XX  sería Estercolerode José Elías Levis, también pintor, el cual retrata los daños del ciclón San Ciriaco de agosto de 1899 y la llegada a la zona urbana de jíbaros  que habían perdido sus propiedades y cosechas agrícolas. Fue también maestro de pintura en el orfanatorio que fundara Manuel Fernández Juncos en San Juan.

Los obreros y obreras crearon centros de estudio debido a la ausencia de instituciones educativas para el pueblo. En las fábricas de tabaco había trabajadores que leían en voz alta el periódico, entre ellas la ensayista y activista sindical Luisa Capetillo,  cuyo nombre es parte de la historia de la Universidad de Puerto Rico. En su honor una sala lleva su nombre en el Recinto de Cayey. Leían obras diversas como novelas de Tolstoi, lecturas políticas, periódicos y otras como las del filósofo  alemán Karl Marx.

El golpe del puño produjo un nocaut en menos segundos que el de la primera pelea. En esta ocasión no se escucho la algarabía y los aplausos por la rápida derrota. Solo se escuchaba la respiración dificultosa y los gemidos producidos por la mandíbula fracturada y llena de sangre.

Hace 107 años, nació Nelson Mandela, cuya fecha de nacimiento coincide con las de dos queridos amigos luchadores por la independencia de Puerto Rico, el prócer Rafael Cancel Miranda, ya fallecido, y Roy Brown, afortunadamente vivo y continuando su brillante carrera musical. Cuando visité la casa de Nelson Mandela en Soweto, Johannesburgo, recordé algunas frases inmortales de este ser humano extraordinario que derrotó un sistema tan injusto y criminal como el apartheid que padecía su querida nación sudafricana:

“Cayey ayer y hoy es un tesoro de esperanza”. La semana pasada comenzamos la redacción de una serie de escritos que se compartirán una vez a la semana. Este ya es el segundo artículo de la serie 250

años de Cayey. En este escrito reflexionaremos sobre los cognomentos por los cuales distinguimos a Cayey.

En mi tercer viaje a Europa, hace cuatro décadas, fui a Grecia deseando conocer el Partenón y la Acrópolis, de los que tanto había oído hablar. Tras recorrer Atenas y viajar a Aegina, la isla más cercana a la península griega, fui a Delfos, donde estuvo el célebre oráculo en la ladera del monte Parnaso, que se considera la patria simbólica de los poetas, y se ha usado para titular recopilaciones de autores de las más prestigiosas obras artísticas y literarias. Fui a la estación de autobuses de Atenas y abordé un ómnibus rumbo a esa zona.

Delfos es un sitio arqueológico declarado Patrimonio de la Humanidad y una moderna ciudad griega. En épocas antiguas Delfos era el lugar del Oráculo dentro de un templo dedicado al dios Apolo y se consideraba el centro del universo. En la mitología griega, Parnaso, hijo de Poseidón y Cleodora, fue el fundador del célebre Oráculo de Delfos.

Franz Kafka nació un 3 de julio hace 140 años, lo que me hace recordar mi primer viaje a Praga. Fue en 1994 y en la oficina central de trenes de Berlín no me ayudaban a conseguir boletos módicos para llegar a Praga que no estaba incluida en la red del Eurail. Alguien se apiadó de mí y me sugirió viajara en trenes checos. No eran cómodos pero sólo costó 7 dólares.