(San Juan, 1:00 p.m.) Nadie lo ha dicho, los cinco partidos políticos en las próximas elecciones generales apuestan a administrar de forma justa, organizada y honesta la colonia.  Es una propuesta digna de un país de sujetos coloniales, bien o mal administrados por el poder metropolitano, Washington. Entonces, nosotros participamos, no nos oponemos, y ahí coincidimos con la metrópoli.

Repensar el orden colonial, es nuestra razón de ser, sobre todo si queremos la independencia para Puerto Rico. Participar en el orden colonial, es intentar transformarlo de forma contestataria, sin participar en la sumisión involuntaria.  Nuestra intervención en las elecciones generales no debe ser para sostener el orden colonial, sino para transformarlo desde ahora hasta mañana. Es una agenda muy compleja, pero si no se discute de forma pública, es promover el engaño de la gente y su participación.

Es momento de pensar las elecciones generales del 2024, no como un proyecto de ganar y asentarnos en el poder, sino como un proyecto contestatario al poder. En el caso colonial, habría que crear una narrativa contestaria e insertarla en el imaginario. Plantear administrar bien la colonia, no es contestataria.  Es afirmar el orden colonial.

Finalmente, estamos a tiempo aún para resolver los problemas coloniales con los cuales vivimos. Uno de ellos, separarnos del orden colonial que promueve Washington.  Aún estamos a tiempo. Pensemos.

(San Juan, 9:00 a.m.)  Como en el manejo de las estadísticas en la liga de beisbol de los EE.UU, las próximas elecciones en Puerto Rico las habrá de ganar quien maneje mejor los cohortes electorales.  Se dice pronto, pero esto se analiza por bloques, es decir 18 a 24, 25 a 40, 41 a 60 y 61 a 100.  El Partido Nuevo Progresista (PNP) ya ha pronunciado que necesita el 32 a 36 por ciento del electorado que vote para mantenerse en el poder. Lo están intentando alcanzar por distintas estrategias, algunas de ellas muy “invisibles”.

Ante este cuadro, el primer diario de referencia ha convocado para el 1 de mayo a que vengan 50 mil boricuas de la diáspora a relocalizar su voluntad con Puerto Rico. Suficiente tiempo para convertirlos en electores.  Es decir, para conseguir un 10 a u 40 por ciento de los que regresen, para que voten en las elecciones de noviembre de 2023.  Es una idea novel, auspiciada por el sector privado, no por el estado. No hay violación de ley, es natural, es normal.

Lo interesante es que el PNP de Pedro Piuluisi, dirigido por Edwin Mundo, sabe de cohorte electorales.  Por lo tanto, ellos buscan ahora mismo votos dentro de los cohortes 41 a 100.  Estos operan con fondos federales.  Pero el cohorte de la juventud, 18 a 24, es muy pequeño, a penas 150 mil electores, los cuales no están inscritos. Por ende, la diáspora.

Pensemos como arrebatarles el poder a ellos.  Ellos, el PNP y los sectores de la derecha corporativa, luchan por mantenerse en el poder. Pensemos nosotros como sacarlos del poder. Pensemos.

(San Juan, 9:00 a.m.)  Se dice pronto, todos los días y todo el mundo lo afirma que no somos racistas. Ahora bien, a la selección de nuestros candidatos políticos, incluyendo los de mi preferencia, los negros y negras, en cualquier tonalidad e identidad, no existen.  Todos son gente bonita, blancas, y sin apariencia de venir de los sectores populares.  Hasta hoy, que Jesús Manuel Ortiz, se lanzó a la primaria del Partido Popular Democrático, como joven candidato a la gobernación, de apariencia negra, y sin hoy conocer si se asume o no como afrodescendiente boricua.  Pero se lanzó.

Con una combinación de nombres tan cristianos, Jesús Manuel intenta vencer a otro candidato dentro de su partido, reorganizar una desmoralizada organización política y apelar al voto de los independientes.  ¿Lo podrá hacer?  No sabemos, pero en las identidades su candidatura abiertamente apela a tres: a los jóvenes, a las mujeres heterosexuales, y posiblemente a la población negra/sectores populares.

Esto está comenzando.  Desconocemos si lo lograra hacer, pero hablar de racialismos e invisibilismos es algo que hoy él nos permite adelantar.  ¿Debemos de hablar de razas en la contienda política de Puerto Rico?  Nos parece que sí, para normalizar que cualquiera pueda ser candidato y ganar.  No hacerlo es seguir promoviendo formas de exclusión bajo el crisol de la raza.

Mientras, sigamos viendo la contienda electoral.  Esto ha iniciado pero es momento que los y las candidatas a puestos electivos en Puerto Rico, representen la diversidad racial e identitaria del país.  Si, somos boricuas, aunque no todos somos iguales. Pensamos.

(San Juan, 1:00 p.m.) Hoy es un día de dar las gracias. Es un día hartamente colonial, desde el inicio del colonialismo de los EE.UU.  en Puerto Rico. Por lo tanto, demos gracias, a nombre de nosotros los boricuas, pero sin pensar en el colonialismo, el pavo y el aderezo (llamado en la nueva tradición, gravey].

Hace tiempo que dejamos de cuestionar si el jueves de Acción de Gracias es colonial o no. Simplemente lo celebramos, porque nos gusta celebrarlo. Porque es un día feriado.  Muy bien. Como lo resolvemos, no sabemos, pero nos gusta celebrarlo. Para los empleados públicos es una semana muy corta; para los empleados privado, es una semana parcialmente libre; para los independiente, es una semana de trabajo como cualquiera otra.

El colonialismo es cosa mala. Pero es mala porque nosotros nos apropiamos de él, y lo utilizamos a conveniencia. Sería más fácil prescindir de toda forma de colonialismo, solo si podemos.

En fin, que cada cual haga lo que quiera con el día de hoy. Pero que nadie se olvide que es una tradición colonial. Pensemos.

(San Juan, 1:00 p.m.) El orden colonial se va reproduciendo continuamente. El proceso electoral, nos permite ver como Washington controla a Puerto Rico a través del proceso electoral.  Todo indica que por primera vez todos los partidos hoy compareciendo a las elecciones, lo hacen con la clara e intencionada voluntad de administrar la colonia.  Unos porque se oponen a la corrupción, otros porque les gusta la corrupción.

Lo interesante, no obstante, la narrativa dominante es la de la paz colonial, en la cual, todas y todos participamos de los procesos electorales, en la búsqueda de "un mejor Puerto Rico".  Esto dificulta toda crítica seria y cuestionadora del orden colonial, pese a que muchos movimientos sociales fuera del proceso electoral, si lo están haciendo.

En el proceso, vamos explorando soluciones que no rompen con la colonia, ni con el orden colonial que nos impone Washington y nosotros reproducimos de formas extrañas.  A fin de cuentas, somos cómplices en sostener la colonia, pese a todas las formas de cuestionar la colonia que a diario ejercemos.

Y si, podemos reconocer que nadie tiene la verdad, sobre todo de como terminar el colonialismo.  Pero no es difícil e imposible cuestionar el orden colonial, vivir con el mismo, e ir erradicando el mismo. Ese es el problema de las próximas elecciones, como participar en las mismas sin reproducir el orden colonial. Lo que debemos es erradicar dicho orden. Pensemos.

(San Juan, 1:00 p.m.) Hay algo que podríamos llamar la paz colonial. Esa condición de subordinación por el cual el mundo del consumo se reproduce en Puerto Rico sin ser cuestionado, así como la aceptación que Washington es nuestro referente salvador.  En fin, podríamos discrepar, pero vivimos en un modelo colonial de aceptación dominante al mismo, y donde lo cuestionamos solo bajo las reglas de ellos, Washington, por la via electoral.  No hay mas nada, es así.  Es una colonial de encanto.

Ahora bien, lo que no queremos ver es como ante el universo electoral, es difícil que Washington se oponga a algo. Si se oponen seria a un acato radical por parte del Partido Nuevo Progresista (PNP) de alegar que un voto por ellos es un voto por la estadidad.  Pero ya sabemos que es un disparate, y que todo modelo de integración a la brava es inexistente.  Votar por el PNP es votar por administrar la colonia.

Entonces el partido histórico, el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) también asume que votar por ellos es administrar la colonia.  No hay intención de proclamar la independencia, que no sea llamar a una asamblea constitucional de estatus para dilucidar el estatus en su momento. 

Finalmente, pese a todo Proyecto Dignidad (PD) y Movimiento Victoria Ciudadana (MVC) pese a todas diferencias ambos coinciden en que el estatus no está en issue, así como en que ambos partidos desean administrar bien la colonia.  Por lo cual, ambos aspiran a ser buenos administradores.

Lo interesante es que desde la relación colonial con los EE.UU. las elecciones del 2024  se presentan como la “tormenta perfecta” para reproducir la paz colonial. Esa paz colonial es buena para el capital, para los sectores pro EE.UU. y sobre todo para Washington. 

Tan buena es la paz colonial, que al PNP no lo han acusado de un solo acto de corrupción en 18 meses.  Tanto ellos como Washington, muy complacidos. Pensemos.

(San Juan, 9:00 a.m.) Caminando por las calles de Houston, Texas, uno se da cuenta como la narrativa del poder de Donald Trump, no equitativa.  Simplemente, los acomodados, poderosos y millonarios, se hacen mas ricos, mientras que los pobres, muchos de ellos migrantes, viven en diferentes niveles de pobreza y miseria.  Es simplemente horrible la película que uno se vive.

Leer más...

(San Juan, 12:00 p.m.) Se dice pronto, pero el cáncer se ha convertido en una enfermedad recurrente de la cual todos y todas padecen. Es como un catarro, que le da a todo el mundo. El cáncer, no obstante, es una enfermedad mortal en varios casos, y administrable en otros. Una vez le de cáncer a usted y lo sobrevive, de por vida usted, es un sobreviviente del cáncer.  Terrible la experiencia de tener y vivir con el cáncer, sobre todo si uno se deja llevar por los prejuicios sociales y se adentra en la psiquis dominante.

Nuestro héroe nacional, José Piculin Ortiz, ha dado positivo al cáncer.  Ha dado una breve conferencia de prensa.  Nos indica que lo “va a luchar”. El coro de los comentaristas se hace escuchar. #todosconpiculin, dice la tendencia.  Muy bien.  Todos y todas lo apoyamos, tanto en las buenas como en las malas, y Piculin ha vivido luces como sombras.  Pese a todo, sigue siendo un héroe nacional.

Leer más...

Más artículos...