Es un referente desde mi infancia. Por alguna razón, es un actor que ha vivido muchas vidas, y en todas siempre ha sido consistente con lo que cree. Por lo tanto, siempre había sido un hombre de derechas, republicano, hasta político municipal fue por sus creencias. En esa medida, desde Dirty Harry (Dir. Don Siegel, EE.UU., 1971) hasta su más reciente filme, siempre he discrepado en lo político con él, pero en sus actuaciones, dirección y guione, tengo, a veces mucha cercanía.
Cine Caribe
Bajo Cero o el cine español de tensión en las plataformas digitales
Es una película interesante. Trata sobre temas que de ordinario no lo habíamos pensado en el cine español. Sobre todo si usted ha vivido al amparo de Pedro Almodóvar toda la vida. Por lo tanto esta película es un acto de sorpresa.
Worth o una gran aportación al cine jurídico
Es posiblemente una de las mejores películas en mucho tiempo, donde se explica de forma comercial, de qué trata el derecho. Lo interesante es el detalle. La película camina por sí sola. Nos lleva a pensar en otra gran película que discute el cine jurídico, Michael Clayton (Dir. Tony Gilroy, EE.UU., 2007). Pero esta película que reseñamos hoy, simplemente, camina por sí sola.
Hampstead o la película que te hace sentir bien
Wau… I feel good, como nos recuerda el fenecido pero siempre presente, James
Brown. Hay algo de eso al ver una película que te hace sentir bien. Eticamente como
moralmente. Vuelvo a James Brown, no hago mal, me siento bien, I feel good.
Hamsptead (Dir. Joel Hopkins, Reino Unido, 2017), es una película de esas que sólo
pasan en Inglaterra, la cual se desarrolla en la tierra de los comunes (bien público) del
Hamsptead Heath, allí mismito donde yace enterrado el maestro Carlos Marx. En la
historia real, Harry Hallowes, vivió como invasor de las tierras comunes por 12 años,
por lo que obtuvo título sobre las mismas.
De otro lado, en la película Emily Walters (Diane Keaton) es una mujer que enviudó,
americana residente en Inglaterra, y quien no la tiene clara si va a sobrevivir o no
económicamente. Mientras Donald Horner (Brendan Gleeson), es el personaje que
viven en el parque, como invasor ocupando la posesión, y quien es un ilustrado hombre
renacentista.
El patrón o el boss, lo mismo pues trata es trata
Es curioso pero nadie, sobre todo en los sectores del capital, sistemas mediáticos y la prensa, cuestiona que los exponentes de la música urbana de Puerto Rico, la cual incluye al ritmo fundamental del reguetón, porque los exponentes del ritmo acaben utilizando tantos sustantivos o adjetivos calificativos asociados al poder. “Respeto”, “el jefe”, “the boss”, “el patrón”, etc. Es algo hasta cómico, pues uno como que no entiende, y mientras más autoridad, más simpatía provocan. Es un sin sentido.
Beckett o el eterno problema de los americanos [inclusive los griegos]
Es una película más, salvo por un detalle. El protagonista principal, de una película de origen europeo, lo fue un afroamericano, quien durante la pandemia, y en el momento actual, ha sido la persona que más cine ha hecho. Se trata del actor, en sus propios méritos, John David Washington.
Washington, sí lo sé, es el hijo de su padre y su madre. En particular su padre, Denzel Washington. Y su trayectoria no era clara, pues viene de ser jugador de futbol profesional. Por lo tanto, hizo algo distinto en su primera etapa de la vida, y ahora en esta nueva etapa se ha dedicado a hacer cine.
A beloved wife o el cine difícil de Japón
La ví porque cruzaba el Atlántico en un vuelo internacional. Sin Covid-19, vacunado y con prueba de menos de 72 horas. Con todo esto, me senté a ver una película que no da placer alguno, que por casi dos horas, uno se sienta a verla sin entender por qué la ve.
Pixie o la dulce realidad de vivir en la Irlanda postconflicto
Al final de la década de 1990, viví cuatro años interaccionando con Irlanda del Norte, en particular con el centro urbano de Belfast. Allí hice amistades. Allí fui feliz. Allí vi cosas que no debo contar. Pero todas esas memorias, distinto al final de la película Blade Runner (Dir. Rigdley Scott, EE.UU., 1992), no desaparecerán. Simplemente vuelven, vuelven, cada vez que me enfrento a la nación irlandesa.