
Héroes de otra patria (1996) en un Puerto Rico que aún honra ir a la guerra [2020]

Es simplemente, una película extraordinaria. Me tomó 34 años verla. Pero finalmente la vi. La gran fiesta es el largometraje basado en la ficcionalización de un momento de la historia de Puerto Rico, mejor logrado. Me quito el sombrero ante la obra de esos dos grandes del cine nacional, Marcos Zurinaga (director y productor) y Roberto Gándara (guionista y productor). La Gran Fiesta (Dir. Marcos Zurinaga, Puerto Rico, 1986) es un filme completo, total nos recuerda Eugenio María de Hostos.
"[y de todos los revolucionarios] será la misma suerte,
y de todos será la victoria.
Patria o Muerte, Venceremos"
Fidel Castro Ruz
Jacobo Morales es posiblemente hablando, lo más cercano a la figura emblemática y representativa de la historia de la televisión y el cine puertorriqueño. Jacobo es un Dios, con letra mayúscula, y que me perdonen los judío-cristianos. Pero todo lo que somos hoy, en cuanto al séptimo arte (incluyendo la televisión y la radio) se lo debemos a él. Esta adulación es necesaria, en un país que olvida, no recuerda y sobre todo invisibiliza.
En la historia de la televisión boricua, desde su fundación en 1954, Jacobo Morales ha sido parte. Luego en la década de 1970 y 1980, fue parte de varios programas memorables, entre otros Desafiando los Genios. Pero la grandeza llegó cuando escribió, dirigió y prodújo su primera película: Dios los cría (Dir. Jacobo Morales, Puerto Rico, 1980). A partir de ese momento, el cine puertorriqueño cambió. Se convirtió en otra cosa.
Poco recordamos hoy esta película boricua, que en la historia nacional de la cinematografía, es el filme más laureado que hemos tenido. Reconocido por todos, desde La Habana hasta Londres, por vía de España, los EE.UU. y Francia. Es una película que deberíamos volver a ver en tiempos de pandemia y confinamiento. Es una película esencial. Es una película de vital importancia para entender un país que dejaba de ser, y que se iniciaba en los albores del neoliberalismo colonial, donde todos los personajes de ese pasado, hacen eco en este presente nuestro [2020].
En mi infancia, será para la década de 1970, mi padre Emiliano, me llevaba todos los domingos a visitar en Bayamón, a un hombre de apodo Cholo. Este era un desertor del ejército dominicano, quien había llegado a la isla en un avión militar de su país, que había usurpado, para liberarse de la dictadura de Leónides Trujillo. Es un dato que investigo y no encuentro la referencia.