¿Qué sería del mundo
sin los poderosos,
seductores movedores de masas,
solidarios de sí mismos
y de sus creencias,
qué sería del mundo
sin los fanáticos,
seguidores de los seductores
y movedores de masas?
¿Qué sería del mundo
sin los poderosos,
seductores movedores de masas,
solidarios de sí mismos
y de sus creencias,
qué sería del mundo
sin los fanáticos,
seguidores de los seductores
y movedores de masas?
Frío pecho
todo es hielo.
Los hospitales
no son hospitalarios.
Mi heroicidad flaquea.
Soy el uno, el que suma dividendos
de los ismos endeudados
y en mi cuna de oro no cuenta la heredad del 99,
ni su mesa, ni su alterada semilla de mostaza.
“No, no me gusta”, pronunció lentamente.
La mujer contestó “pero si está tan linda”…
“No, no me gusta”.
La sonrisa de la mujer se frisó, así como el tiempo en ese preciso momento: tanto que se ha logrado y aún queda tanto por hacer, pensó, mientras regresaba la barbie negra a la caja
La gran orca apareció en el Palacio Nacional, con su ejército subió las escalinatas del Congreso, el Palacio de Justicia y el Ministerio de las Fuerzas Armadas. Pronto, los demás peces demostraron su respaldo, los tiburones rodearon la orilla del mar impidiendo que salieran barcos, ballenas jorobadas y delfines aleteaban tan fuertes que derribaron los aviones de aquellos que intentaron escapar. Por último, nos enteramos de que un pulpo emergió de las profundidades y destruyó los principales puertos comerciales del país.
Probable en la escala
de las ballenas
posible en el viaje
de la luz doblada en el espacio
y repetitivo en el beso
sí poblada de ternura
de agua vital
Mira... el cielo es azul,
las palmas bailan frente al mar,
la luna se asoma con su luz,
las estrellas brillan sin parar.
Por eso...
parar el ruido
intermitente
de nuestra isla
cuando cruje ´
borrascas de rumores
confusos invisibles
rumiando recuerdos
con preguntas
que nunca habitamos,
y ante la falta de fe