La vida no es color de rosa. Esa es una frase muy usada en este país. En los tiempos que vivimos ciertamente nada es muy color de rosa. Las cosas andan más bien color de hormiga brava. La ebullición o la falta de, en la economía isleña y en la economía global nos desconcierta. No tenemos idea clara de hacia dónde nos dirigimos como país, ni de quien nos dirige sepa cómo hacerlo.
Sin embargo, a pesar de las grandes incertidumbres del país o de aquellas personales, cada uno tiene la capacidad para decidir si quiere ver el vaso medio lleno o medio vacío. En ese sentido podemos recurrir a la auto-sugestión y a la visualización. Podemos pensarnos y proyectarnos con mentalidad de abundancia o de carencia. Somos creadores de nuestro entorno y atraemos hacia nosotros lo que queremos.