El imaginario de Macondo se queda corto al lado de los pensamientos mágicos de los gobernantes de esta isla. A fines de octubre el ilustre gobernador Pedro Pierluisi solicitό del secretario de Hacienda que eliminara los arbitrios a los automóviles más lujosos. Esto porque quiere que las calles del país se vean más vistosas con el movimiento de este tipo de vehículo, ya que hay mucho carro destartalado corriendo suelto.
En principio estas aseveraciones parecerían una broma de mal gusto. Desafortunadamente, no lo son. Son una falta de respeto y una humillación al pueblo. Esas expresiones pueden ser similares al acto del presidente Trump de tirarnos papeles toallas. Pedro Pierluisi, sin pudor alguno, ha ordenado favorecer a los más ricos y acomodados del país, que son quienes podrán comprar autos de lujo. Este tipo de comentario refleja poca sensibilidad a la gente común y corriente, que es la mayoría en este país.