(San Juan, 11:00 a.m.) El pasado sábado, 7 de mayo de 2022, una ola de fanáticos del artista urbano, Bad Bunny, acudieron al estudio del famoso artista, Juan Salgado, Color Conspiracy Tattoo Gallery, para tatuarse la caricatura de su nuevo álbum, “Un verano sin ti”, en apoyo al artista y promoción al álbum.
Hay diversas interpretaciones sobre este movimiento. Para llegar a mis conclusiones sobre el mismo, consulté con la fanaticada del cantante en mis redes. La mayoría de quienes me contestaron en el poco tiempo que dejé la pregunta en mi story de Instagram me contestaba que, a pesar de que les gustó el álbum y que siguen al artista desde sus comienzos, no se tatuarían. Sus razones fueron variadas. Una joven (que no diré nombre por motivos de anonimato) me dijo que prefiere tatuarse cosas que tengan un significado específico.
Otra me dijo que “no, porque el álbum está brutal, pero estaría idolatrándolo demasiado”. Una joven con piel virgen me comentó: “si voy a usar mi cuerpo como exposición de arte, me tatuaría cosas más elaboradas”. La respuesta que me pareció más acorde con la conclusión a la que llegué, luego de mi encuesta, es la siguiente: “La real, está chévere [el tatuaje] y cool la dinámica. He visto que lo hicieron de gratis, lo cual me parece super cool y chévere. No sé si me lo haría, yo en lo personal soy super selectiva y picky (por así decirlo) con los tatuajes que me hago. Los que tengo, tienen [cada uno] su significado.”
Si usted es igual que yo, se estará preguntando qué conmovió a toda esa muchedumbre a irse a tatuar un corazón triste en el cuerpo. Primero que nada, el hecho de que era un tatuaje gratis puede que tenga mucho que ver. Segundo, como se lee en el reportaje sobre el evento en El Nuevo Día, muchos fanáticos acudieron al evento para conmemorar un momento, sellado literalmente de forma permanente.
Personalmente, pienso que la convocatoria fue puro marketing. A la gente le gusta todo lo que es libre de costo. Y si tiene que ver con crear recuerdos, es mucho más llamativo. Acudí a mi profesora de psicología, Prof. Johana Martínez Rosario, para ver qué opinaba sobre la actividad. Su respuesta fue la siguiente: “En este caso particular, creo que el hecho de que un tatuador con fama fuera la persona escogida por la promoción del artista jugó mucho en la decisión [de que fueran a tatuarse]. Es combinar “artista tatuador con standing” con “gratis” con “un artista con fama” […] Creo que Bad Bunny, como artista tiene un equipo de promoción muy impresionante y él mismo ha definido su carrera distinta a otros de su mismo género. Podríamos ser justos con el momento histórico y decir que conocen, como equipo, a su fanaticada e identificaron el tatuaje como un medio llamativo.”
También, Esteban Gómez, estudiante con una maestría en historia del Caribe, que ha estudiado los tatuajes en sentido de pobreza e identidad, respaldó esta conclusión con los mismos argumentos. Añadió que hay que tomar que este artista es famoso porque su fanaticada se identifica con la libertad de expresión que promueve en su estilo musical y artístico. Inclusive, me comentó que se puede interpretar la idolatría o la lealtad a este artista, como si fuera el Elvis Presley, Los Beatles o Los Menudo de esta época. Ambos profesionales fueron objetivos en sus aportaciones.
Hay mucha tela que cortar con este tema. Pero, mi conclusión es que el equipo de trabajo de Bad Bunny ha hecho un tremendo trabajo con la promoción del álbum. Por eso surgió la convocatoria y por eso hay muchos corazones tristes tatuados por ahí. Cada fanático y fanática tiene sus razones para tatuarse o no la caricatura. Es cuestión de promoción, decisiones y fanatismo.