(San Juan, 10:00 a.m.) En el día de ayer el gobernador de turno Pedro Pierluisi y la secretaria de recursos naturales, Anaís Rodríguez Vega, declararon una “victoria” al cerrar el Zoológico Dr. Juan Rivero de Mayagüez. Indicó la secretaria que nunca más en la historia de Puerto Rico habría un zoológico. Bien. La muerte del zoológico trata de un manifiesto o retrato del colonizado a lo Franz Fanón. Hasta los federales intervinieron para indicarnos que nosotros éramos incapaces de cuidar un elefante y unos monos entre otros animales.
¿Por qué tener un zoológico? La razón principal, la preservación de especies. Segundo, la experimentación con especies animales para conocer otras formas de organismos y su supervivencia. Tercero para el entretenimiento nacional; para que una vez al año los niños y niñas escuela pública vayan a ver animales en un parque. Cuarto, sentido de estado nación.
En algún momento, luego de consolidado el Estado Libre Asociado, Luis Muñoz Marín tuvo alguna ilusión de estado nacional, y fue creando cientos de organismos para proyectar la presencia de un país. Esto, el Partido Nuevo Progresista (PNP) dirigido por Pedro Pierluisi, no lo tolera. Pero curiosamente, tampoco lo toleran algunos sectores del propio independentismo, de la izquierda y liberales. Todo se reduce a una mentalidad del colonizado, donde el propio colonizado dice “yo no puedo”.
Hoy, Cuba tiene tres zoológicos nacionales. República Dominicana tiene cinco. México tiene 90. No hablemos de Disney y sus parques temáticos. ¿Por qué los boricuas no pueden?
Realmente hablando, escuchar ayer a la secretaria de recursos humanos decir que nunca en el futuro de Puerto Rico habrá un zoológico, es algo así como reclamar que nunca tendremos un proyecto de país. Es momento de cambiar el rumbo. Pensemos en la independencia. Pensemos.