Tiempos difíciles en la colonia. ¡Que venga la independencia ya!

Política

(San Juan, 9:00 a.m.) “Ojalá y vivas en tiempos interesantes” reza el irónico refrán chino. Para ellos los tiempos interesantes son tiempos de lucha, guerra y revolución, contrarios a los tiempos de paz y tranquilidad donde no sucede nada realmente importante. No hay nada de qué hablar. Así que si te desean que vivas tiempos interesantes entonces desean que vivas en tiempos de peligro que son tiempos de cambios violentos y de intranquilidad, por ende, hay de qué hablar. Hace una semana el corresponsal independiente Pepe Escobar nos recordaba aquel dicho de Lenin que decía “Que hay décadas donde no ocurre nada y semanas donde suceden décadas.” Tal es el momento que vivimos en el mundo excepto en la colonia de Puerto Rico.

Recientemente anunció la Sria. del Tesoro, Janet Yellen que el recorte en la producción de petróleo por la OPEC+ (+ incluye a Rusia entre otros) tendrá efectos inflacionarios. Esto ocurre en momentos en que se alzan los intereses por la Reserva Federal para precisamente controlar la espiral inflacionaria. De modo que los integrantes de la OPEC+ tienen capacidad para afectar el precio del dólar y las políticas de la Reserva Federal. Ya en el campo internacional muchos recurren a la utilización de monedas nacionales o el yuan chino para efectuar sus pagos de petróleo o para comprar gas licuado o productos chinos. Francia, Arabia Saudita, Brasil, Argentina y la India entre otros ya han anunciado sus planes de compra y venta en yuanes. Es un cambio fundamental en las relaciones internacionales porque la Arabia Saudita, las de los petrodólares, se fue al petroyuan, así como los Emiratos Árabes e Irán. Abandonan el dólar cuando más vulnerable está la economía norteamericana.

Mientras se discute en el seno de importantes nuevas Organizaciones internacionales, como el BRICS, la Organización para la Cooperación de Shanghái (SOC) y EAEU (Eurasian Economic Union), un mecanismo nuevo de efectuar pagos internacionales. De modo que se acelera el fenómeno de la desdolarización en muchos países en su comercio internacional. En gran medida ya yo había comentado como las sanciones y la política hostil hacia Rusia y también hacia China precipitaron este fenómeno. Son buenas noticias para Cuba, Irán y para Venezuela que sufren el flagelo de los bloqueos y sanciones ilegales de Estados Unidos y sus aliados europeos.

Se realinean los países en nuevas alianzas. En África se escenifica una batalla campal para ganar influencias o para impedir que surjan. Hay un gran interés por los países africanos en desarrollar alianzas con Rusia (principal productor de fertilizantes y enorme productor de granos) y con China que les presta sin condicionar la producción de alimentos ni gravando los bienes del estado, sino para construir infraestructura de puertos, trenes, autopistas, puentes y redes eléctricas y de comunicaciones bajo el principio de beneficio mutuo. Toda una ventana de oportunidad con un carácter contrario al de los países imperiales de siempre que fomentaron la dependencia. Resurgen los recuerdos los grandes líderes de la independencia de los países africanos; Kwame Nkrumah de Ghana, Ahmed Sékou Touré de Guinea, Julius Nyerere de Tanzania, Jomo Kenyatta de Kenya, Samora Machel, de Mozambique, Léopold Sédar Senghor de Senegal, Modibbo Keita de Mali y Patrice Lumumba de la República Democrática del Congo. Muchos de ellos recordados por la forma cruel en que murieron como Patricio Lumumba y Omar Gadafi. África no olvida su pasado colonial porque fueron tiempos nefastos de explotación y opresión.

Hay un nuevo orden que surge ante nuestros ojos que busca zafarse de los yugos de la dependencia, de las medidas unilaterales de castigo (mal llamadas sanciones) y de la inestabilidad del dólar. En fin, de la coerción y el chantaje de Wall Street, del gobierno de Washington y su banca depredadora. Solo los que no tienen voz ni libertad como nosotros, permanecen fuera del escenario sin oportunidad de protagonizar en el desenlace de los nuevos acontecimientos.

Recientemente el presidente mexicano le recordó al Departamento de Estado norteamericano, ante la plaza del Zócalo a capacidad, que ellos no eran colonia ni protectorado de nadie. La ovación se oyó en Alaska. Claro, los republicanos intentan utilizar el narcotráfico, para exigir que se bombardee el suelo mexicano para destruir los cuarteles de la droga. Todo con la intención de arrastrar a los demócratas a asumir posiciones antagónicas con las autoridades mexicanas para restarles el apoyo de los votantes latinos en Estados Unidos. El presidente mexicano le advirtió al tuerto insolente de Texas que él le puede pedir a los latinos que no lo apoyen en las elecciones.

Puerto Rico puede insertarse en este mundo y desde nuestra legislatura con su propio anuncio de radicar un proyecto de resolución proclamando la independencia y exigiendo del Congreso norteamericano el reconocimiento de nuestro irrevocable e irresistible deseo y derecho a la soberanía y a la independencia. Y así lanzamos “la piedra redentora de una insólita hazaña”. Entonces empezamos a vivir tiempos interesantes y en pocas semanas veremos sucesos que no ocurrieron en décadas.

Para los trabajadores y consumidores puertorriqueños que se exponen a una explotación cada vez mayor por el rentismo de la banca, los seguros y los inmuebles, así como de los monopolios privatizados de electricidad y comunicaciones, se avecina una nueva ola de aumentos en las rentas y los precios en los productos de la canasta básica. Sometido al comercio bajo leyes de cabotaje para privilegiar los intereses de las megatiendas y grandes distribuidores de cadenas norteamericanas, nuestro pueblo desaparece.

Somos un pueblo que como el norteamericano adolece de un aumento real en sus ingresos desde los 70. Lo único que le abre las puertas al consumo es la expansión del crédito que mientras estuvieron bajos los intereses una parte del pueblo consumidor pudo permanecer subsistiendo. Pero la mayoría veía extinguirse sus medios de sustento. Hoy se pregunta el gobernador con estúpido asombro porque hay menos nacimientos. Por lo mismo que hay menos de todo, porque de dónde tela si no hay arañas decía mi madre. Siempre hemos dicho que esa clase que vive del pueblo no sabe lo que cuesta vivir en esta colonia llena de promesas incumplidas. Para muchos la solución individual es la migración hacia los Estados Unidos.

Ahora vendrán a vender las mismas viejas promesas incumplidas de las próximas elecciones. Biden necesita limpiar su imagen y la del partido Demócrata para ganar votos latinos. ¿Se acuerdan del superpote de 80 billones para el desarrollo de la infraestructura? Lo van a desempolvar y lo verán llegar para irse de nuevo volando como palomo torcaz. Solo quedaran las ilusiones de un puñado cada vez menor de puertorriqueños endeudados que pueden perder sus casas, autos y demás artículos de renta hasta acogerse a la quiebra.

Para tener un instrumento de gobierno que responda a nuestras necesidades, que escape a esa estrangulación de leyes federales, que impiden el desarrollo económico al amparo de una Junta cruel que nos desvalijó de nuestro patrimonio, los trabajadores debemos este primero de mayo gritar, ¡Independencia YA!