(San Juan, 1:00 p.m.) El gobernador Pedro Pierluisi ante el cierre de la tercera fábrica de manufactura en un mes, indicó que “está todo bien”. Según el gobernador algunas llegan y otras se van. Por lo tanto estamos en un punto de perdida de “cero neto” en la creación de empleos: Dicho lo anterior, nos parece, que realmente hablando el gobernador de turno, Pierlusi, sufre de algún trastorno de salud mental, que no le permite vivir a plenitud.
Lo que está en juego es el modelo de desarrollo económico para Puerto Rico. Este se encuentra inexistente. Dicho lo anterior, no hay modelo a la vista, que no sea seguir dependiendo de un regimen de beneficios contributivos para un sector de manufactura ya no especializado. Por lo tanto, Puerto Rico tiene que competir por producir gomas recauchadas o farmacéuticos, pese a que no se sepa de donde vienen y para cuándo vienen dichas fabricas.
Hace tiempo que el modelo económico dejó de funcionar. Es una pena que los gobernantes de turno, los últimos siete en menos de 25 años, ninguno se ha dado cuenta. El modelo de desarrollo por invitación a cambio de incentivos contributivos, ha resultado ser exitoso para el que recibe el decreto de exención contributiva, no así para el pueblo. Terrible.
Por lo tanto, es momento de repensar, desde la soberanía nacional e independencia, otro tipo de modelo económico. El que nos promueven los políticos de turno, no nos resuelven los problemas nacionales. Un alivio, los podemos descartar. Ahora, a pensar una solución desde la soberanía e independencia. Pensemos.