La Cueva las Golondrinas [donde se lleva a cabo un referendo revocatorio contra el gobernador de turno]

Política
(San Juan, 9:00 a.m.) Recorrer un domingo Puerto Rico para visitar una protesta social, es parte del quehacer de turismo interno nacional.   De eso trata pasar por el campamento Pelicano, que defiende lo público ante lo privado en la llamada Cueva de las Golondrinas en Aguadilla, Puerto Rico.
Allí nos encontramos con el Indio, Gabriel, Pablo, Orlando, y tantos y tantas otras, que han comprometido su lucha, la pasada, la presente y la futura, con la defensa de lo primero que nos robaron: la tierra. 
Dos veces nos han robado la tierra, la primera en el 1493, cuando los invasores de Castilla y Aragón, dijeron que la “tierra y sus habitantes le pertenecen a su rey”; la segunda ocasión, cuando en el 1898, en el famoso Tratado de Paz de Paris, los españoles y los americanos decidieron “ceder” la isla de Puerto Rico, la tierra y sus habitantes. Bajo el artículo 2 de dicho tratado, Puerto Rico fue entregado a los americanos, como propiedad.  No como Nación, como un objeto conformado por la tierra y su gente.
Cuando la protesta es visitable y experimentable, es porque todo el pais se ha convertido ha convertido en una manifestación politica.  No es posible evitar el pais, pretendiendo que el balneario de Culebra, Vieques, Humacao, Arroyo, Ponce, Aguadilla, Camuy, Vega Baja, Manatí y San Juan, son serán privatizados.  Ante esto, hay que tirarse a la calle, no para chinchorrear, sino para ser solidarios.
Lo que uno descubre conversando con los allí presentes, es que ningún político, es decir, ni el gobernador de turno, Pedro Pierluisi, ni el alcalde de aguadilla, Julio Roldán, ni el presidente del senado, José Luis Dalmau, ni el presidente de la cámara, Rafael Hernández, han pasado por allí. La única que pasó fue la fundadora del campamento, la representante Mariana Nogales, del partido Movimiento Victoria Ciudadana.
Por lo tanto, lo que está pasando en dicho precinto es algo muy importante. Se está dando un referendo diario contra los gobernantes que nos han dejado de gobernar bajo el principio básico de la democracia de escuchar a todas las partes. La indiferencia y la apatía no son sinónimo de democracia. Sino de mal gobierno o de gobierno autoritario.
Es momento de pensar de otra forma que nos saque de la presente relación colonial. Pensemos en la independencia. Pensemos.