(San Juan, 1:00 p.m.) Parece un juego más, pero realmente, no lo es. Se trata del último Clásico Mundial de Béisbol que Puerto Rico juega como su propia identidad deportiva. Esto quiere decir, que los jugadores que integran el equipo, algunos de ellos bien cotizados en el territorio de las Grandes Ligas de Béisbol de los EE.UU., podrían no representar a Puerto Rico en un futuro, si se impusiera la estadidad para la isla. No, no lo politizo. Simplemente lo advierto.
Por lo tanto, la gente está muy atenta en todo el país al juego de esta noche entre la novena de República Dominicana y la de Puerto Rico. Todo indica que se nos va la vida como Patria, como nación, en este evento. Por lo que más allá de ganar esta noche y pasar a los cuartos de finales, este juego debería de servir como proceso educativo para transformar el estatus colonial de la isla.
Si en un sitio Puerto Rico goza de soberanía es los deportes. Por lo que se hace importante forzar una resolución al estatus colonial de la isla, que nos permita seguir compitiendo a nivel internacional. La única que lo hace, es la independencia.
Por lo tanto, esta noche celebremos el juego, y de paso nuestra anunciada victoria. Es momento de vivir cada momento que nos acerca a la independencia nacional. Este juego es ese momento. Pensemos en la independencia. Pensemos.