¿Descolonizar a Puerto Rico y los otros nueve territorios de los EE.UU.?

Política

(San Juan, 10:00 a.m.) La falta de comunicación y un mayor grado de integración y solidaridad mutua entre las posesiones coloniales ultramarinas de Estados Unidos —Puerto Rico, las Islas Vírgenes estadounidenses en el Caribe, Samoa Americana, Guam y las Islas Marianas del Norte en el Pacífico— ha causado que haya habido pocos logros y adelantos políticos anticoloniales a su favor.

El desconocimiento de la historia entre unos y otros territorio coloniales estadounidenses nos mantiene mirándonos cada uno el ombligo, sin haber desarrollado una faena política común para la descolonización y nuestros respectivos desarrollos económicos.

Empero, no únicamente hay un desconocimiento sobre los asuntos territoriales de las posesiones coloniales ultramarinas estadounidenses en los propios territorios, sino en los centros de poder en Washington. donde se aprueban leyes que les afectan. Hay, por ende, una falta de coordinación sobre los asuntos fundamentales que pueden beneficiar a estas jurisdicciones y un total desconocimiento de la relación política de cada una de estos territorios ultramarinos coloniales con Estados Unidos.

La pregunta interterritorial de las posesiones coloniales ultramarinas de Estados Unidos que debe convertirse en interrogante compartida debe ser en cuanto a qué quiere ver cada territorio en esa relación bilateral que sostiene cada uno de los territorios de ultramar con Estados Unidos.

Esta falta de visión colectiva interterritorial deriva en resultados negativos o inmovilistas en el Congreso estadounidense y se hace necesario que surjan periódicamente crisis en los territorios ultramarinos estadounidenses para que las instancias políticas en Washington tornen la mirada hacia ellos y se atiendan sus asuntos.

No tener una visión colectiva integral desayuda a que se produzcan cambios favorables a los territorios. Lo que hace falta, pues, es una concepción integral interterritorial y una planificación estratégica entre los territorios coloniales ultramarinos para que Washington se apreste a tender el tema.

Hay quienes piensan que la pregunta por el estatus político de los territorios debería ser una más dirigida hacia sus autodeterminaciones y la discusión de qué le conviene mejor a cada jurisdicción en materia de desarrollo económico con una visión de futuro.

Estados Unidos ha demostrado históricamente una incapacidad política como potencia imperial para manejar los asuntos de sus posesiones coloniales de manera efectiva y democrática. Ese ha sido una mácula en su desempeño internacional como potencia imperial que obra en contra de su imagen en el mundo.

Todo apunta a que es tarea necesaria que tienen que efectuar los movimientos y partidos políticos anticoloniales en Puerto Rico de manera integral y solidaria con los demás territorios coloniales ultramarinos de Estados Unidos. Sería una manera efectiva de sumar esfuerzos en pro de la descolonización y que terminará incidiendo internamente en la resolución del problema nacional. Un problema compartido con los demás territorios coloniales ultramarinos de Estados Unidos.