Una mujer agredida, un ser humano que vive en la desigualdad

Política
(San Juan, 9:00 a.m.) En el fin de semana, una turista que transitaba por la calle Canals, en horas de la madrugada, fue secuestrada y agredida sexualmente por dos hombres.  La persona era una turista, que vino desde Nueva York a pasarlo bien en Puerto Rico. Caminaba de regreso a su hospedería, cuando fue interceptada por dos hombres que la llevaron a Isla Verde a agredirla sexualmente.  Puerto Rico es una isla de terror, tanto para los nacionales, como para los turistas. No somos xenofóbicos ni racistas, como nos tildó el gobernador de turno, Pedro Pierluisi, la semana pasada. Somos en todo caso, un país muy atrasado.

Desde el informe de la CEPAL del año 2010, sobre la igualdad de género, no es posible seguir pensando que el acto de agredir a una mujer  es parte de una cultura patriarcal la cual tenemos que condenar.  La posición anti libertaria de cualquier persona que comente que una mujer no debe de caminar sola a altas horas de la madrugada, es parte de una cultura patriarcal. El problema no es la mujer, sino la cultura, el patriarcado y el machismo que crea un mundo de opresión de un género contra otra género.
Es momento de detener tanto las formas de dominación que conocemos y que visibilizamos, vis a vis las que no conocemos y aún no visibilizamos de dominación.  Las narrativas del gobierno de Puerto Rico, así como las que emanan de la sociedad civil, son narrativas similares de dominación del mundo patriarcar. No las podemos tolerar.  

Finalmente, es momento de concertar narrativas de libertad, tanto para los sectores que en la construcción social son vulnerables, como las mujeres, así como para otros sectores socialmente excluídos.  Es momento de defender que como seres humanos nacimos libres.  Pensemos.