(San Juan, 1:00 p.m.) Decían los marxistas en el Siglo XX, que había que aguardar por las condiciones materiales idóneas para iniciar la revolución. Pues Puerto Rico rompe con la norma, pese a su estatus colonial, y aquí como buenos miembros del trotskismo de la Cuarta Internacional, vivimos en la revolución permanente.
Lo que pasa es que aguardamos por el “gran momento”, y realmente hablando ya todo está pasando. Este es el ejemplo de la comunidad de Guayama que no desea que le construyan un polígono en su comunidad. Están en la revolución permanente.
Así las cosas, los constructores del proyecto, que proclaman que será el polígono más grande de todo el Caribe, arguyen que se trata de un proyecto para el beneficio de la comunidad. Mientras la propia comunidad argumenta que lo que les traerá es la falta de paz. De eso trata el país, de la lucha por la paz ante el capitalismo salvaje que en particular el Partido Nuevo Progresista, nos quiere imponer.
Pero esta lucha de la comunidad contra los desarrolladores del polígono, ha estado marcada por un gran apoyo del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) el cual por vía de la Senadora María de Lourdes Santiago, se han enfrentado a este grupo de capitalistas salvajes. Es momento de apoyar al PIP, y a toda fuerza que en sus acciones esté del lado de las comunidades que ya están en lucha, en este nuestro verano del 2023.
Finalmente, es oportuno decir que este verano cuenta con la gente que siente y padece el país, y no con los que viven del país. Esto incluye a Jorge “Molusco” Pabón, quien quedó demostrado en el caso de Sixto Jorge Díaz Colón, trabajó al servicio de la agenda del Partido Nuevo Progresista, en el verano del 2021, para quedarse en el poder. Esto no lo podemos aceptar nuevamente. Pensemos.