El PNP fue traicionado desde adentro [¿Dónde está Judas?]

Política
(San Juan, 1:00 p.m.) Hay una tercera fuerza que desde el 2000 administra el territorio colonial a conveniencia de no permitir que ningún partido se consolide, y produce continuas crisis, nuevas crisis, y más crisis, para mantener la debilidad de forma equitativa en la gobernanza colonial. Eso es un modelo de administración que no habíamos entendido o visto.  Ese es el nuevo orden colonial – administradores débiles
Es decir, no solo hemos tenido más gobernadores y gobernadoras desde el 2000 al 2024, que en la historia colonial previa de la isla (1948 al 1996), sino que en adición hemos sido colmados por estrellas fugaces que entran y desaparecen. Pero, la derrota de Pedro Pierluisi, ¿representa un acto de traición o de intervención de la tercera fuerza, o de ambos?
Es curioso, pero ya nadie se acuerda de Rogelio Figueroa y el proyecto Puertorriqueños por Puerto Rico.  Tampoco nadie se acuerda de Angel Collado Swcharz y el proyecto soberanista que se tornó en el Movimiento Unión Soberanista (MUS).  Tampoco ya nadie se acuerda del “tajo” electoral de Alexandra Lúgaro del 2016, cuando obtuvo más votos que Tomas Rivera Schatz.  En fin, son estrellas fugaces, de uno o dos cuatrienios, que entran y desaparecen, y sobre todo nos entretienen.
Mientras, el Partido Nuevo Progresista (PNP), en particular la cúpula intima dirigente, los hermanos Pierluisi, Pedro y Caridad, y el esposo cuñado Andrés Guillermard, andan preguntando cómo y quién los traicionó.  Es decir, ¿quién fue Judas? Todo indica que han barajeado cartas, pero aluden que los engañaron con el conteo de los votos adelantados.
No estaban seis a uno, como indicaba Leo Díaz  en su programa radial matutino, ni como Edwin Mundo argumentaba. Parece que la traición comenzó por aquí, y sobre todo se señala a Mundo o a su grupo de trabajo como la genesis de la traición.  Seamos honestos, Pedro Pierluisi de forma inesperada cogió una pela a manos de alguien sin recursos, sin visibilidad mediática, y sobre todo con menos obra.
Ante este cuadro, como ha reseñado la prensa internacional, en Puerto Rico pasó un misterio. Alguien se robó las elecciones o engañó al incumbente Pierluisi. Lo cierto es que ha sido derrotado, y ahora se suma a la larga lista de gobernantes y el futuro de Jennifer Gonzalez luce igual.  Un cuatrienio y vendrá otro, ya sea una estrella fugaz u otro candidatos. Pero así es la vida en la colonia, controlada y dirigida por una tercera fuerza, invisible, que nos tiene sometidos a gobiernos débiles de cuatro años o menos, sin mucha capacidad de gobernar la colonia. Y sobre todo, con una Junta de Supervisión Fiscal, sin clara indicación de irse.  Tal parece que existen a perpetuidad. Pensemos.