(San Juan, 1:00 p.m.) Superadas las primarias, todo vuelve a la normalidad. Nadie ya cuestiona si legítimamente hubo una tercera fuerza que intervino en la derrota de Pedro Pierluisi, o si fue la gracia de Jennifer González lo que se impuso. Lo cierto es que ya los sistemas mediáticos hablan de como el Partido Nuevo Progresista (PNP) ya se ha organizado para ganar las elecciones de noviembre 2024. Es interesante, pero la paz colonial se impone continuamente en la colonia. No es posible pensarlo de otra forma, pero la colonia se impone todos los días como un acto de normalidad. La mera existencia de la condición colonial es un acto de ofensa a una cultura de democracia.
Ante esto, vivir de forma placentera no es posible en la colonia. Es necesario contestar y ser contestatario. Por lo tanto, protestar debería ser la normal. Pero no lo hacemos. Vivimos complacientes con todos los golpes que recibimos. Ahora, continuamos. Tata Charbonier se enfrenta a su futuro. Irizarry va a juicio en Ponce. Mientras Maripily organiza su fiesta de cumpleaños. Nada mas normal que vivir en la colonia. Pensemos.
