Ante la sana administración colonial, ¿qué hacer? [frente a gobiernos débiles y frágiles]

Política

(San Juan, 9:00 a.m.) Ver a Jennifer González como candidata a la gobernación por el Partido Nuevo Progresista (PNP) nos pone en la posición de pensar que sea ella u otra persona la que salga electa en las elecciones generales del 5 de noviembre del 2024, lo cierto es que refleja más que nada la debilidad de los partidos políticos que su fortaleza. No es posible, no es lógico, de tener en 24 años más gobernadores y gobernadoras diversos, cada cuatro años que tener una aparente estabilidad y continuismo político.

En Puerto Rico, en pleno Siglo 21, se ha establecido una lógica de que cada cuatro años o menos, cambiamos de gobernador o gobernadora.  Esta lógica, en nada beneficia los procesos electorales de cada periodo En todo caso lo que hace es debilitar al candidato/gobernante, su partido político y sobre todo la estructura de gobierno imperante.  

Nadie sabe el por qué, pero el gobierno PNP, por dar un ejemplo, en los pasados ocho años ya ha tenido cuatro gobernantes, lo cual lejos de darles certeza ha provocado un debilitamiento continuo en dicha colectividad.  Por lo tanto, las estadísticas hablan por si solas y la elección de Jennifer Gonzalez como candidata de dicho partido a la gobernación, lejos de fortalecerlos, los debilita.  Ellos tienen cuatro meses para cambiar una narrativa, y bajo la perdida de electores en dicha colectividad, es muy posible que ella no alcance el 30 por cierto del electorado.

Para los partidos que participan en las elecciones del 5 de noviembre de 2024, es importante reconocer que el proceso electoral es controlado por los electores, pero también por lo que aparenta ser una tercera fuerza, que todo indica surge en Washington.  Esa tercera fuerza ha creado un momento de debilidad a los partidos políticos, todos, donde nadie tiene poder absoluto, para gobernar de forma convincente, y menos aun para exigirle a Washington cualquier cambio de estatus. El 2024 es un año que profundiza en la debilidad de los partidos políticos en la colonia. Pensemos.